33 testimonios de fe

En las primeras comunicaciones con los mineros atrapados, desde el 5 de agosto en las cercanías de Copiapó en la Tercera Región, han manifestado su ánimo y fe para esperar el rescate. En el diálogo entre el ministro de Minería, Laurence Golborne y el minero Luis Urzúa, además de confirmar que los 33 hombres estaban en buen estado, manifestó que "hemos estado orando día a día y hemos tenido la fe necesaria para poder aguantar mejor este tiempo acá". La emocionante conversación finalizó con el himno nacional. Chile se ha conmovido con un accidente que durante 22 días nos mantuvo en la incertidumbre acerca de la posibilidad que 32 compatriotas y un trabajador boliviano estuvieran con vida. La unión de un liderazgo innovador de las autoridades, el trabajo científico tecnológico de especialistas, la colaboración público privada para poner allí maquinarías, voluntad y trabajo humano que permitiera horadar la roca, más la presencia de las estoicas familias dio sus frutos. Bajo la tierra, a más de 700 metros emergió el mensaje que todo Chile esperaba "estamos bien en el refugio los 33"...

| Juan Emilio Cheyre (Chile) Juan Emilio Cheyre (Chile)

Los análisis y opiniones sobre el tema han cruzado el mundo por constituir una situación inédita en el ámbito de la minería. Sin embargo, mi comentario busca resaltar un aspecto, que aunque ha sido observado en los medios, tal vez no ha sido plenamente aquilatado (ni siquiera por los cristianos). Me refiero a la dimensión de la fe en Dios presente en este trágico episodio. Presencia, que aparece en la profunda devoción a la Virgen, en las advocaciones de la Candelaria, María Madre de la Misericordia y la de nuestra patrona, la Virgen del Carmen. Pero también, en el testimonio de fe viva de los mineros y sus familias que mantuvieron la esperanza en algo que no parecía posible, y que, en su momento, se expresó en la alegría y gratitud por el apoyo proveniente de Dios.

Creo que hace muchos años no éramos testigos de una muestra de devoción y compromiso tan fuerte de nuestro pueblo con los valores cristianos. Dios estuvo y está presente en la mina San José como el gran apoyo para enfrentar la tarea que parece imposible. Jesucristo, con su ejemplo en la cruz, constituyó expresión que el sufrimiento puede ser infinito pero, que cuando va acompañado de la esperanza de la resurrección, se transforma en camino de vida que guía a los seres humanos a sobrellevar sus propias cruces. La Virgen María se mostró como intersecesora ante su hijo de una causa que permitió conseguir lo inalcanzable. La devoción en altares y en imágenes de San Lorenzo y la misma Virgen de la Candelaria fue expresión de la religiosidad de niños, mujeres, ancianos y hombres, hombres curtidos por el trabajo minero.

En un país que pasa por un momento donde pareciera negarse a Dios y cuestionarse la religión, estos eventos nos hacen pensar que nuestro pueblo no ha perdido su fe, ni su adhesión a la Iglesia y que su obra expresada en tantos pasajes de la historia de Chile es reconocida por nuestro pueblo y aquellos que representan al sector más humilde, que desarrollan el trabajo más duro.

Propongo que observemos, valoremos y reflexionemos en esta dimensión. Hacerlo, estoy cierto, nos permitirá concluir que nuestra sociedad sigue adhiriendo a la Iglesia, sus valores y principios. Creo que para mantener y acrecentar esta cercanía deberíamos, cada uno, dar testimonio de fe viva en nuestra actividad diaria.

Juan Emilio Cheyre E.
Director
Centro de Estudios Internacionales UC

 

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