Arrivederci

Como no pude despedirme personalmente de muchos amigos lo hago por este medio.

También para anunciarles mi nueva tarea pastoral.

Viviré en Tucumán y atenderé la Familia de Schoenstatt en la zona Noroeste argentina.

Tenemos allí una Casa filial y somos un equipo de Padres que compartimos la tarea.

A los italianos, un saludo agradecido y a los argentinos, un saludo pleno de esperanza.

Somos peregrinos y misioneros, por eso estos cambios traen consigo dolor y alegría, gratitud por lo vivido y anhelos por lo que vendrá.

Nos dejamos guiar por la Providencia del Padre,que en Jesús misionero camina con nosotros y que nos llena del Espíritu para evangelizar.

María es siempre nuestra Madre y aliada, los Santos, nuestros modelos e intercesores, y el Padre José Kentenich, nuestro guía.

Una bendición desde Roma a todos y a cada uno, el pedido de un Avemaría por mí y la promesa de recordarlos en la Misa y el Rosario de cada día.

Un abrazo

P.Guillermo M.Cassone