Benedicto XVI, Sacerdos et Pontifex: 60 años construyendo puentes

El 29 de junio celebramos junto al Santo Padre, en la Basílica de San Pedro, los 60 años de su ordenación sacerdotal. La misa fue hermosísima, desde los cantos polifónicos, la solemnidad de los ritos, la presencia de tantas personas de tan variados países y culturas, el clima festivo y, sobre todo, la homilía testimonial en la que habló en primera persona de su vocación, abriendo su corazón con sencillez y calidez. La verdad es que me conmovió. He seguido reflexionando esta semana sobre la persona y el carisma de nuestro Santo Padre y me pareció que en el decir "CONSTRUCTOR DE PUENTES", traducción del latín PONTIFEX, hay una constante de su estilo personal....

| P. Guillermo Cassone P. Guillermo Cassone

El 29 de junio celebramos junto al Santo Padre, en la Basílica de San Pedro, los 60 años de su ordenación sacerdotal. La misa fue hermosísima, desde los cantos polifónicos, la solemnidad de los ritos, la presencia de tantas personas de tan variados países y culturas, el clima festivo y, sobre todo, la homilía testimonial en la que habló en primera persona de su vocación, abriendo su corazón con sencillez y calidez. La verdad es que me conmovió.

He seguido reflexionando esta semana sobre la persona y el carisma de nuestro Santo Padre y me pareció que en el decir "CONSTRUCTOR DE PUENTES", traducción del latín PONTIFEX, hay una constante de su estilo personal.

Repasando sus documentos, homilías, discursos, encíclicas y conferencias, se nota la inquietud por unir la FE Y LA RAZÓN, mostrando que ambas exprimen la búsqueda de VERDAD del hombre, del sentido religioso de la vida y la historia, de la primacía de Dios para un verdadero y liberador humanismo.

Siguiendo sus gestos, audiencias, viajes y entrevistas se revela la PRIMACÍA DEL AMOR, capaz de unir personas, culturas, formas de pensar y orar, a través del DIÁLOGO sincero, honesto y respetuoso.

Observando su modo de darse a las personas, los grupos y las multitudes, se ve siempre la misma ACTITUD DE HUMILDE SERVICIO Y ACOGIDA, con su mirada transparente, llena de respeto, y su capacidad de escuchar con atención y empatía, creando un vínculo de sobria afectividad.

Participando en sus Eucaristías, celebraciones de la Palabra o del Oficio divino, se manifiesta un hombre de una piedad profunda, sobria, austera y a la vez con un gusto por la BELLEZA DE LA LITURGIA que irradia naturalmente. Allí es donde ejerce como Pontifex entre el cielo y la tierra, lo más significativo de su ministerio sacerdotal y episcopal.

Agradezcamos a Dios que en esta etapa de la vida de la Iglesia y de la historia de la humanidad, nos ha regalado a este gran hombre de Dios, Pastor, Testigo y Maestro. Oremos por él y su ministerio, que pretende unir a toda la Iglesia y ser evangelizador de nuestra humanidad sedienta de Dios y de esperanza.

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