Chile y las Fiestas Patrias

Hace algunos años las Fiestas Patrias las he vivido fuera de Chile dando clases o conferencias en Universidades y Centros de Estudios. Desde el año 2006, mi 18 y 19 de Septiembre cambió radicalmente. Independiente del lugar donde uno se encuentre puedo afirmar que para ningún chileno esta fecha del calendarios pasa como un día más. Soy testigo que en nuestras Embajadas se hacen esfuerzos para reunir a los compatriotas y con diferentes características hay celebraciones donde se recuerda a Chile, su historia y tradiciones. La reflexión que comparto busca resaltar mi sensación en este año que viví las fiestas lejos de la Patria. Es el primer año luego del Bicentenario o en otras palabras el primero de los próximos 100 años de Chile. De allí que sea ocasión para tomar el pulso a la forma como comienza la etapa de construcción de la próxima centuria. Sin duda la historia con las celebraciones del pasado son importantes pero a los hombres y mujeres de hoy nos corresponde ser los responsables del mañana...

| Juan Emilio Cheyre, Director Centro de Estudios Internacionales UC Juan Emilio Cheyre, Director Centro de Estudios Internacionales UC

 

Hace algunos años las Fiestas Patrias las he vivido fuera de Chile dando clases o conferencias en Universidades y Centros de Estudios. Desde el año 2006, mi 18 y 19 de Septiembre cambió radicalmente.

Independiente del lugar donde uno se encuentre puedo afirmar que para ningún chileno esta fecha del calendarios pasa como un día más. Soy testigo que en nuestras Embajadas se hacen esfuerzos para reunir a los compatriotas y con diferentes características hay celebraciones donde se recuerda a Chile, su historia y tradiciones. La reflexión que comparto busca resaltar mi sensación en este año que viví las fiestas lejos de la Patria.

Es el primer año luego del Bicentenario o en otras palabras el primero de los próximos 100 años de Chile. De allí que sea ocasión para tomar el pulso a la forma como comienza la etapa de construcción de la próxima centuria. Sin duda la historia con las celebraciones del pasado son importantes pero a los hombres y mujeres de hoy nos corresponde ser los responsables del mañana.

En tal sentido hay signos evidentemente positivos que debemos identificar. En mis conferencias en Europa tuve que exponer desde una mirada objetiva la situación de América Latina dando una mirada a ciertos países entre ellos el nuestro.

Todas las cifras nos colocan en el primer lugar de la región. Calidad de la democracia, fortaleza de las instituciones, certeza jurídica, probidad y buen gobierno, accountability, índices de crecimiento del producto, combate a la pobreza, lucha contra la inflación, indicadores de salud. En cada uno de los indicadores con el cual el mundo mide a los países para establecer su fortaleza y capacidad de brindar oportunidades a sus ciudadanos Chile es puntero. Tal realidad es reconocida por gobiernos, sector privado y mundo académico en cada lugar en que a uno le corresponda debatir.

Sin embargo debemos reconocer que estas Fiestas Patrias deberían dejarnos una señal de reflexión. A no dudar el ánimo festivo se ha visto entristecido por la tragedia en la Isla de Juan Fernández. Pero no me refiero a ello ya que ese lamentable accidente también demostró una fortaleza de nuestro país. En efecto desde el dolor también allí se extrae un indicador de cohesión social y de unidad. Fuimos testigos de personas que murieron entregados a la noble causa de ayudar y por otra parte que todo el país lloró al comprender que la solidaridad es valorada por Chile entero. Mi reflexión se vincula a la otra cara de la medalla donde hay señales que deberían preocuparnos.

Me refiero a un ambiente que estimo, independiente de la justicia en muchos de las situaciones que lo provocan, nos están haciendo mal.

El país lleva meses de movilizaciones sociales fundamentalmente centradas en las demandas estudiantiles donde el diálogo ha resultado infructuoso y las soluciones a problemas reales no logra ser consensuada. Adicionalmente la calidad de la política se ha visto deteriorada. Ello se observa en la falta de instancias en ese ámbito que decidan dar los pasos para enfrentar los temas que a ellos compete. Por otra parte los partidos del bloque opositor, en momentos que de ellos se esperaría una máxima atención a las demandas que la sociedad plantea, se enfrentan en descalificaciones que no habíamos conocido. Aunque las marchas de estudiantes han buscado ser pacíficas hemos sido testigos de violencia por parte de anti sociales cuyo respeto por la libertad de los otros y por la propiedad es nulo. Hay una cantidad no menor de jóvenes que actúan en una forma que al verla en la televisión los hace aparecer como delincuentes peligrosos.

Chile es un país que ha logrado posicionarse donde se encuentra gracias al esfuerzo de todos. Tenemos futuro y oportunidades como pocos países de la región. Hemos sido capaces de resolver los dolores del pasado y construir la base para alcanzar el desarrollo pleno. Sin duda existen problemas pendientes y urgente necesidad de solucionar aspectos que afectan sobretodo a quienes menos recursos tienen.

En estas Fiestas Patrias estimo que como chilenos y como cristianos deberíamos comprometernos a cautelar todo lo bueno que hemos hecho y a construir aquello que nos falta para ser una sociedad donde cada uno pueda disfrutar de su condición de ser humano en plenitud.

Lograrlo es responsabilidad de quienes gobiernan y de quienes ostentan los poderes del Estado. Sin embargo también lo es de empresarios, trabajadores y de cada uno de nosotros donde las familias y la persona individual somos actores fundamentales.

Como chileno aspiro a que sigamos unidos en la construcción de futuro y seamos cuidadosos en que nada que nos separe haga perder el terreno ganado o fracasar en avanzar en aquello que nos falta consolidar.

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