El poder de la debilidad

Hoy existe mucho triunfalismo. Está la idea de que uno siempre le gana al otro. Queremos ser siempre los primeros. Sólo oímos a los otros, esperando hablar sobre nuestros propios logros. Se ha perdido la capacidad de hablar de verdad. Aquellos que son perfectos en todo y que todo lo saben, terminan alejando a las otras personas. La debilidad, en cambio, hace que nos ganemos al resto. La debilidad produce empatía, solidaridad y simpatía. Gracias a ella, nos mostramos humanos, sin máscaras. ¿Cuántos nos atrevemos a mostrar nuestra debilidad? Esta es la reflexión de la periodista Mariana Grunefeld, muy pertinente a este tiempo litúrgico en el cual se muestra como lo débil y lo pobre es elegido por Dios para la salvación del mundo.

| Mariana Grunefeld Echeverría Mariana Grunefeld Echeverría

Hoy existe mucho triunfalismo.

Está la idea de que uno siempre le gana al otro. Queremos ser siempre los primeros. Sólo oímos a los otros, esperando hablar sobre nuestros propios logros. Se ha perdido la capacidad de hablar de verdad. Aquellos que son perfectos en todos, que todo lo saben y que son perfectos en todo, terminan alejando al resto.

La debilidad, en cambio, hace que nos ganemos al resto. La debilidad produce empatía, solidaridad y simpatía. Gracias a ella, nos mostramos humanos, sin máscaras. ¿Cuántos nos atrevemos a mostrar nuestra debilidad?

Esta es la reflexión de la periodista Mariana Grunefeld, muy pertinente a este tiempo litúrgico en el cual se muestra como lo débil y lo pobre es elegido por Dios para la salvación del mundo.

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