Evangelio domingo 11 de octubre

Domingo 11 de octubre de 2020 | Juan Enrique Coeymans

11 de OCTUBRE del 2020

Evangelio según San Mateo, capítulo 22, 1 – 14

Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús les habló otra vez en parábolas, diciendo: "El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir. De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: 'Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas'. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron. Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: 'El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren'. Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados. Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. 'Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?'. El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: 'Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes'. Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos".

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos".

Pareciera que Jesús nos dice: estas frases son fuertes, casi parecerían contradictorias con respecto a otras parábolas que he comunicado. Pero hay que tomar en cuenta el auditorio que me escuchaba: muchos fariseos que parecían revestirse de caridad pero eran unos hipócritas. La vestidura para entrar en el Reino es el amor. Y Uds. pueden ser invitados, porque la invitación es a todo el mundo, pero hay muchos que rechazan la invitación, esos no entrarán en el Reino delos cielos, porque hay que desear entrar en el Reino para ser admitidos. Por eso, anhelen entrar al reino para entrar.

En mi vida he sentido varias veces la angustia de que Dios no me admitirá en el Reino, pero vuelvo luego en mi mismo y me doy cuenta que deseo estar con el Señor, que deseo estar con María, mi madre del cielo. Y ahí me viene la paz: si quiero estar con el Señor, estaré con el Señor, no porque me lo haya a ganado, sino porque Él no nos fuerza a querer estar en su compañía, nos invita. Y Él nos quiere infinitamente, y por eso desea con un amor indescriptible que estemos con El.

Señor Jesús, bendito y alabado seas. Te pido perdón por todas las veces en que me olvido de Ti, en que me dejo llevar por mis debilidades, por mis traiciones, por olvidarme de Ti. Señor e pido una sola gracia: hazme crecer en el amor, y así estaré cerca de Dios Uno y Trino . Señor, quiero quererte con todo mi corazón, que María, a quien el Padre escogió para ser tu madre y educadora según la humanidad, me eduque a mi para ser como Tu Señor. Bendito y alabado seas.

AMÉN

 

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