Evangelio domingo 15 de noviembre

15 de NOVIEMBRE del 2020

Evangelio según San Mateo, capítulo 25, 14 – 15.19 - 21

Domingo de la Trigésima Tercera Semana del Tiempo Ordinario

El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. 'Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado'. 'Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor'.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más

Pareciera que el Señor nos dijera: a cada uno de Uds. le encargué algo en la vida. Cada uno tiene una misión deseada por el Padre desde toda eternidad. La tarea de sus vidas está en discernir esa misión y en realizarla lo más fielmente posible. No es una misión grandiosa. Es vivir la simplicidad del amor en la vida diaria, junto a sus seres queridos y las personas que pongamos en su camino. Pero ese amor, tiene una característica propia de cada persona, No es un amor impersonal, porque está teñido de su propio ser y de su historia.

Uno puede discernir cual es la misión que el Señor le encarga, pero uno se olvida fácilmente, y cae, y traiciona, y vive como si esa misión no existiera. Es la pequeñez del pecado. Pero no debo vivir solo para extirpar el pecado, sino para amar a mi manera, que es lo que El espera de mí. Es la maximización del amor lo que El deseaa, y no la minimización de las miserias personales. Concentrarse en el amor, nos ayuda a despejar el camino para vivir la misión que se nos encomendó y eliminar las caídas.

Señor Jesús, tú eres mi ideal, mi Señor y mi Rey. En Ti solo debo concentrar mis energías en servirte amando a mi manera porque esa es la fidelidad que tu espera de mí. Te pido humildemente, dame el don de servirte con sencillez en la vida diaria. Regálame el ser fiel al amor, al servicio, a la prontitud para ayudar al que lo necesita. Y regálame, por tu infinita misericordia el, querer estar siempre a tu lado. Como el buen ladrón te pido: acuérdate de mí, Señor cuando estés en tu Reino.

AMÉN