Evangelio domingo 23 de mayo

Domingo 23 de mayo de 2021 | Juan Enrique Coeymans

23 de MAYO de 2021

Evangelio según San Juan, capítulo 15, 26 - 27.16, 12 - 15.

Solemnidad de Pentecostés

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio. Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad.

Jesús nos está diciendo: No les enseñé todo lo que hubiera querido. Lo fundamental se los enseñé, pero hay cosas que se las enseñará el Espíritu Santo que lo enviaré para Pentecostés y los acompañará para siempre. A Uds. les cuesta entender que haya dejado a pobres seres humanos, el tesoro de la fe. No temo que Uds. se equivoquen, porque el gran misterio de la Iglesia, es que habiendo tenido Papas muy pecadores, sin embargo no cambiaron ni una letra del patrimonio de fe de la Iglesia. El Espíritu Santo, de verdad estará siempre con Uds.

Siempre me he asombrado de recibir la gracia de no dudar nunca que el Espíritu Santo está en la Iglesia siempre a pesar de todas las debilidades de los miembros de ella, a pesar de mi propia debilidad. Es una gracia que nunca me cansaré de agradecer. Es verdad que hay cosas que me cuesta entender, pero he sentido¸ a pesar de mi miseria y pequeñez el regalo de una confianza grande en la presencia del Espíritu Santo. En este tiempo de tanta discusión y critica a la Jerarquía, es bueno poner en el corazón la confianza que el Espíritu Santo no nos dejará jamás solos.

Señor Jesús, me inclino ante Ti, mi Rey y mi Dios hecho hombre y te adoro en el Sacramento de la eucaristía, y en tu presencia a través de los que sufren y tienen necesidades, y en tu Palabra en la Escritura y en el Magisterio de la Iglesia. Te pido la gracia de no perder el don de sabernos acompañados por todos los siglos por el Espíritu que Tu enviaste realmente, en Pentecostés, iluminando la fe de todos los fieles, y el discernimiento de la Jerarquía y del Papa en la Iglesia. Señor Jesús envía el Espíritu Santo ahora y siempre.

AMÉN

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