Evangelio domingo 24 de mayo

Domingo 24 de mayo de 2020

24 de MAYO del 2014

Evangelio según San Mateo, capítulo 28, 16 – 20

Solemnidad de la Ascensión del Señor

En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

Meditación de nuestro equipo. 

"Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo".

Jesús pareciera decirnos: si Uds. creyeran en todas mis palabras, no solo en algunas, tendrían una paz muy grade: si creyeran que nosotros en la Trinidad inhabitamos en el alma de lso fieles, si creyeran que los acompañaremos hasta el fin del mundo y así sucesivamente, cambiaría la visión que Uds. tienen de la fe y el seguimiento a mi palabra. Ser cristiano no es cumplir solamente los mandamientos que les dejé, (de verdad eso es el mínimo) sino también, amarme, y amarme en los hermanos y el prójimo.

De verdad las veces que recuerdo que Jesús está en mi cuando estoy en estado de gracia, todo se me transforma: los días se ponen luminosos, los trabajos no cansan, el espíritu de servicio me aumenta, y el no quejarme me lleva a una alegría increíble. Por eso, escuchar a Jesús sus promesas, es un consuelo grande, y me ayuda a recordar las cosas mas importantes de nuestra fe: que no es un decálogo de obligaciones y deberes, sino un único mandamiento del amor a Dios y a los hermanos.

Señor Jesús, te adoro y me inclino ante Ti, porque viniste a traernos la paz a nuestras vidas. Que no es una paz de recursos psicológicos, sino la paz de sabernos amados por Ti. Y ese amor, como todo amor es cercanía, fidelidad y permanencia. Por eso te pido de todo corazón, no me sueltes de tu mano, y que tu Madre, siempre contigo esté también siempre conmigo. Manda que San Miguel Arcángel, me de fuerzsa para amarte verdaderamente todos los días de mi vida. Bendito y alabado seas mi Señor y Dios.

AMÉN

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