Evangelio domingo 3 de enero

3 de ENERO de 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 2, 1 - 12

Solemnidad de la Epifanía del Señor

Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo". Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén.las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel".Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: "Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje".Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje

Pareciera que Jesús nos dice: en Belén me adoraron los ángeles a nombre del cielo, los pastores por los pequeños y sencillos y los magos o sabios de Oriente por los sabios. Los magos de Oriente son un signo que la sabiduría no es contradictoria con la fe. Al contrario, la sabiduría se les da para que se adentren en el misterio de mi encarnación, y con un corazón humilde, me encuentren junto a mi Madre. Los que la menosprecian y la eliminan de mi cercanía, simplemente dificultan al final el encuentro conmigo, porque yo estaré siempre con ella.

Nunca había meditado en esta escena de los Magos de Oriente. Quizás la dejaba al lado como algo sin importancia y seguía en otras escenas. Sin embargo, es un trozo del evangelio que trae muchas enseñanzas para mi vida. La primera que lo decisivo es buscar siempre al Señor, ir a su encuentro, lo segundo, que mis conocimientos, regalo inmerecido, son para colocar las verdaderas prioridades en mi vida: adorarlo a Él , y lo tercero, que no separe nunca a María del Señor, y que para encontrarlo a Él, hay que buscarlo junto a María.

Señor Jesús Niño que estás en los brazos de María. Que yo también desee estar en los brazos de Ella, para estar cerca de tu corazón. Te adoro con humildad, virtud escasa en mi vida, me inclino ante Ti, y te digo: eres mi Rey, mi ideal y mi Dios. En ti y en tu fragilidad en Belén, está el misterio revelado de como es Dios: puro amor, sencillez y ternura. Señor, bendito y alabado seas por todos los siglos, perdona mis pequeñeces y miserias, y hazme fiel a mis promesas.

AMÉN