Evangelio domingo 3 de mayo

3 de MAYO del 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 10, 1 - 10

Cuarto Domingo de Pascua

"Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, sino por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. El llama a cada una por su nombre y las hace salir. Cuando las ha sacado a todas, va delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz". Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: "Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquellos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Pero yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia.

Pareciera que el Señor Jesús nos dice: No he venido a compartir y anunciarles un Dios de egoísmos, iras, y condenas, como si el llamado a la vida hubiera sido una gran equivocación de mi Padre. No, los he creado, en un misterio hondo, para que compartan mi vida, para en cierta manera endiosarlos, y que queden asumidos en el torbellino de amor de la Trinidad. Y esa es la abundancia de vida de las que les hablo. Pasarán dolores y penurias en esta vida, pero los dolores son un aprendizaje del amor, al cual están llamados en la eternidad.

Algunas veces me planteo ansiosamente, como si nos llamó a la vida en abundancia permite tanos dolores, angustias y cruces en la vida de tantas personas. Pero me olvido, que el llamado más hondo es el de la vida eterna, y no solo de los 70 u 80 años o los que fueren en esta tierra. Y el dolor, es asemejamiento a Jesús, quien al final sale victorioso y resucitado. La vida que se nos ofrece abundantemente es las vida eterna en medio del amor de la Trinidad..

Señor Jesús, que eres la Puerta de la vida verdadera, porque asumidos por Ti, seremos asumidos en el amor infinito de la Trinidad, te adoro y me inclino ante Ti, amor de los amores, y alegría de nuestras vidas. Te pido la gracia de mirar la vida a la luz de la eternidad, y no quedarme como una gaviota rastrera mirando el agua del mar cercana, y olvidándome que he sido llamado con todos los que amaron, a la vida Trinitaria. Señor Jesús, quiero llegar al cielo de la mano de María, como hijo de ella. como aliado de ella.

AMÉN