Evangelio domingo 3 de noviembre

Domingo 3 de noviembre de 2019 | Juan Enrique Coeymans

3 de NOVIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 19, 1 - 10

Trigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí. Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría. Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador". Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más". Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham,
porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

Pareciera que el Señor Jesús nos dijera: en repetidas ocasiones he mostrado en el evangelio,
que busco a las ovejas perdidas, que quiero que todos lleguen a gozar de la cercanía de la Trinidad. No he venido a la tierra a condenar, aunque trato duro a los que son hipócritas que posan de santos, pero son pecadores consuetudinarios. Pero mi deseo, es que aun ellos, se arrepientan y puedan vivir en nuestra cercanía. Por eso, traten de vivir con sencillez, a considerar que no se debe aparentar ser bueno, sino que, aun siendo pecador, hay que arrepentirse a tiempo, y cambiar de vida como Zaqueo.

A veces es tanta mi confianza que pienso cuando el Señor dice que vino a buscar a los que estaban perdidos, que no me busca a mí. Es un fariseísmo que me corroe y tienta, pensando que soy bueno porque cumplo con algunas cosas y prácticas. Pero lo cierto es que soy pecador como el que más, que me olvido de Dios. y me dejo llevar por mis impulsividades. Debo actuar como Zaqueo, arrepentirme, y cambiar de vida, y todo sin que nadie lo sepa, para que no pueda alardear que soy bueno, cuando de verdad soy un pecador redimido por la sangre de Jesucristo.

Señor Jesús, te pido perdón por mis deslealtades en tantas ocasiones. Pero Tú me viniste a buscar, no solo a los otros, sino que a mi persona, porque me quieres como nos quieres a todos, y te pido la gracia de recordar frecuentemente, que Tú me buscas, que Tú quieres estar cerca mío, y que yo te responda con cariño, cambiando de vida, siendo más sacrificado, más humilde, más cariñoso y servicial con todas las personas, sin ostentar de nada, sino que trabajando silenciosamente para que María me eduque a la conversión que necesito.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000