Evangelio jueves 1 de agosto

Jueves 1 de agosto de 2019 | Ignacio Suazo

1° de AGOSTO DEL 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 13, 47 - 53

Jueves de la Décimo Séptima Semana del Tiempo Ordinario

San Alfonso María de Ligorio, Obispo, Fundador y Doctor. Memoria obligatoria

Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, recogen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?". "Sí", le respondieron. Entonces agregó: "Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reservas
lo nuevo y lo viejo". Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí.

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

"Cuando Jesús terminó estas parábolas se alejó de allí."

María parece decirme: mi hijo tiene una sola cosa en mente: hacer la voluntad del Padre. Cuando el termina de hacer aquello que se le encomendó, se retira ¿Qué otro motivo tendría para estar allí? Él vino a dar su vida por ti y por mí, advirtiéndoles a mis hijos de las graves consecuencias del pecado. En esta lectura ellas son patentes: el pecado pervierte a mis hijos, al punto de ser capaces de privarlos del Cielo.; de la eterna y perfecta vinculación con Dios. En eso Cristo es claro y enfático. En fidelidad a su misión no añade ni quita nada que pueda empañar su mensaje. Tal es el amor que tiene por nosotros.

La Mater me regala una doble reflexión. Por un lado, me recuerda el peso de mis acciones, que me pueden llevar incluso al Infierno (no tengo razón alguna para creer que tal cosa no exista). Por el otro, darme todas las gracias necesarias para evitar ese estado es justamente la misión de Jesús. La misión.Yo también tengo una misión ¿Cuánto tiempo medito en esa misión? ¿Me concentro en ella? ¿Soy capaz de moverme por ella? Con toda seguridad, en medio de esa multitud, Jesús pudo haber obtenido muchas comodidades luego de predicar. Pero en lugar de quedarse, "se alejó de allí". Jesús es un hombre poseído por su misión.

María, madre y reina mía, que ganas de ser más como Jesús. Tantas veces me distraigo; tomo decisiones intrascendentes, sin pensar en mi misión, que es lo más importante de mi vida. Más aun ¿Tengo claro cuál es mi misión y cómo concretarla? Si no lo tengo claro, lo que debo hacer es orar más, para escuchar la voz del Padre con claridad. Y no sólo se trata de "saber", sino de "querer". Tan centrado estaba Jesús en aquello que Dios le pedía como para alejarse de un lugar al terminar un discurso, sabiendo que su misión continúa en otro lado. Te pido entonces centrarme más en la oración, para así centrarme más en mi misión.

AMÉN

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