Evangelio jueves 12 de agosto

Miércoles 11 de agosto de 2021 | Sebastián Castaño

12 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San San Mateo, capítulo 18, 21 – 19, 1.

Jueves de la Décimo Novena Semana del Tiempo Ordinario

Entonces se adelantó Pedro y le dijo: "Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?". Jesús le respondió: "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores. Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos. Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo". El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda. Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: 'Págame lo que me debes'. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: 'Dame un plazo y te pagaré la deuda'. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor. Este lo mandó llamar y le dijo: '¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?'. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos". Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, dejó la Galilea y fue al territorio de Judea, más allá del Jordán.

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?

El Señor Jesús parece decirme: la misericordia de mi Padre es eterna y quiere perdonar siempre, a ti y a todos sin excepción. Deja que mi Padre en el Cielo sea el que juzgue, no te confundas en juzgar a otros según tu medida. Busca hacer el bien sin límite o cálculos egoístas, se humilde y no busques ofender aun cuando te sientas ofendido o que te deben. Evita el rencor y el ánimo de venganza porque te alejan del amor. Cuesta que Uds. mis hijos entiendan el amor infinito que les tenemos desde la Trinidad

Tal como le ocurrió al servidor que le debía al rey, el límite del perdón de Dios lo ponemos nosotros cuando no somos capaz de perdonar de corazón a quienes sentimos que nos han ofendido o que nos deben. Jesús nos llama a perdonar de corazón y nos hace ver que nuestra deuda ante Dios Padre es seguramente mucho mayor a las que nuestros hermanos puedan tener con nosotros; en consecuencia, debo esforzarme por evitar juzgar y ser humilde en perdonar sin medida.

Querido Señor sé que mi deuda ante ti es enorme e impagable. Reconozco tu grandeza y misericordia que a la vez que eres humilde y fiel con cada uno de tus hijos. Querido Jesús, ayúdame a saber entender la justicia del mundo y que ésta no se contraponga con tu llamado al perdón y misericordia al que nos llamas. Señor, con humildad te pido la gracia de perdonar como tú lo haces conmigo y así poder ser instrumento de tu perdón y misericordia y tu paz.

AMÉN

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