Evangelio jueves 12 de diciembre

Jueves 12 de diciembre de 2019 | Ignacio Suazo

12 de DICIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 1, 39 - 48.

Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor". María dijo entonces: "Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque el miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz,

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

"¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?"

Jesús parece decirme: haz tuyas las palabras que Isabel dijo con tanta humildad y gratitud a mi madre. Hijo mío ¿Cuántas veces le has agradecido a ella el ser tan generosa y abnegada con la humanidad? ¡Tú le deben tanto! No hay Gracia que te haya sido dada que no haya venido de su mano y de su súplica. ¿Cuántas personas buenas alcanzaron los más altos grados de santidad gracias a su mano educadora? Hoy debes cultivar con fuerza una actitud de gratitud porque ella, que se entregó toda a mí; toda pureza y toda servicialidad solícita; ella ha decidido estar ahí para la Iglesia. Ella, que se alegra cada vez que la llamas "madre".

Jesús me invita a cultivar esa actitud humilde de santa Isabel. Ella supo ver la grandeza de María. Lo lindo es que esa humildad encierra una profunda gratitud. Llevado a mi presente, equivale a que yo le responda: "María, eres portadora del don más grande que recibirá la humanidad jamás ¿y te dignas estar junto a mí? ¿A mí, que te soy infiel a cada rato, con pequeñas y grandes torpezas? Seguro que, si me hago más agradecido, seré más humilde. Y si me vuelvo más humilde el buen Dios podrá hacer mucho más conmigo por la redención del mundo.

Jesús, ayúdame a ser como santa Isabel. Hoy celebramos a tu Madre por sus apariciones en el Tepeyac como la "Virgen de Guadalupe". Jesús, hoy le agradezco a ella por estar siempre abierta al plan de Dios y por llevar a todo nuestro continente a Dios. Gracias porque por ella, nuestra América pudo aceptar la fe. Sin ella, difícilmente podríamos llamarnos hoy "católicos". Que pueda recordar que ella actúa movida por su gran generosidad de madre y que no es en lo absoluto obvio el que pueda contar hoy con su mano fuerte y educadora. Gracias, porque ella aun sigue diciéndonos: "¿No estoy yo aquí que soy tu madre?.

AMÉN

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