Evangelio jueves 25 de noviembre

Jueves 25 de noviembre de 2021 | Sebastián Castaño

25 de NOVIEMBRE del 2021

Evangelio según San Lucas, capítulo 21, 20 - 28

Jueves de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

... Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.

Jesús parece decirnos: vivan con alegre esperanza y estén vigilantes. El Reino de Dios está en medio de ustedes, búsquenlo permanente con un corazón dócil para acogerlo. Cuídense de no ser cercados y destruidos por el egoísmo, materialismo excesivo, e individualismos que el mundo hoy propone como estándar. Procuren apartarse de todo aquello que les aleja de Dios y que les impide practicar la caridad. Y cuando vivan momentos duros en su vida, no tengan miedo, ni pierdan la esperanza, más bien levante su cabeza y vuelvan a su Padre que los acogerá con misericordia.

¿Podríamos compararnos (como persona y también como Iglesia) a Jerusalén? Jesús quiere que lo sigamos y vivamos nuestra vida unidos a Él. Seguramente todos hemos vivido o viviremos, momentos difíciles, de dolor, y circunstancias que realmente nos mueven el piso. Ahí es cuando Jesús nos invita a no tener miedo y con esperanza volvernos donde él para encontrar consuelo en su sabiduría. Hemos sido advertidos de la ruina que podemos encontrar lejos de Él... pero a la vez nos promete que siempre podremos volver con humildad a los brazos del Padre.

Querido Jesús, tu conoces más allá de todo y conoces bien a cada uno de tus hermanos. Ayúdanos como persona, como Iglesia y como país, a lograr encontrar la verdadera sabiduría, esa que tú nos inspiras. No permitas Jesús que caigamos en la ruina, en el desierto, por estar lejos de tu Palabra y por no saber hacer vida el Evangelio. Creo firmemente que Tu amor prevalecerá ante todo y por sobre todo lo que ha de venir. Bendito seas siempre Señor.

AMÉN

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