Evangelio jueves 26 de septiembre

Miércoles 25 de septiembre de 2019 | Ignacio Suazo

26 de SEPTIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 9, 7 – 9.

Jueves de la Vigésima Quinta Semana del Tiempo Ordinario

El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: "Es Juan, que ha resucitado". Otros decían: "Es Elías, que se ha aparecido", y otros: "Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado". Pero Herodes decía: "A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?". Y trataba de verlo.

Meditación Ignacio Suazo Zepeda

"¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?"

María parece decirme: Herodes estaba desconcertado. En efecto, para los hombres como él, mi Hijo es motivo de desconcierto y en cierto modo, de escándalo. Él no dejó indiferente a nadie en su tiempo ¿Puede serlo aquel que da respuesta a los anhelos más hondos del alma humana? Ya me lo dijo el profeta Simeón: "será motivo de elevación y caída de muchos". Vale decir, quienes se acerquen y crean en él serán redimidos y crecerán. Pero habrá también quienes lo verán hablar y actuar y lo rechazarán. Ay de ellos.

Lo que le ocurrió a Herodes en el pasado también me puede ocurrir a mí hoy o mañana ¿Cómo es mi relación con la Iglesia hoy? Ella es el cuerpo gobernada por Cristo: rechazar a uno es a la larga rechazar al otro. Si conozco hoy a Cristo es porque conozco a su Iglesia. Pero su mensaje no siempre es fácil de seguir. Ahí es donde me pongo en manos de María: que sea ella quien me enseñe a seguir a Cristo en la integralidad de su mensaje y a tener claro que el Espíritu Santo a pesar de la debilidad de los miembros es quien finalmente la dirige.

María, nadie amó tanto a tu hijo como tú. Por eso, tu me puedes ayudar a amarlo con una fuerza semejante a la tuya. Tú puedes purificar mi corazón de tal modo que este se abra a la totalidad del ser, obrar y decir de tu Hijo. Hay tantas cosas que pudieron haber obnubilado a Herodes: poder, riqueza, apego a una relación conyugal ilegítima (como lo denunció San Juan el Bautista) y quizás cuantas cosas más. Ayúdame a ver y superar todo lo que me separe de ti. Permíteme entroncarme al Evangelio: que nada de él me sea ajeno o polémico. Que así algún día mi vida sea un fiel testimonio de la vida de Jesús.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000