Evangelio jueves 28 de noviembre

Miércoles 27 de noviembre de 2019 | Manuel José Ibáñez

28 de NOVIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 21, 20 – 28.

Jueves de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

"Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima.
Los que estén en Judea, que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad, que se alejen; y los que estén en los campos, que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse. ¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días! Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo. Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".

Meditación de Manuel José Ibáñez Aldunate

"Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación".

El Padre Dios parece decirme por boca de Jesús: "No temas por el fin de los tiempos. Es cierto que algunas señales serán motivo de gran angustia y muchos se asustarán. Pero cuando mi Hijo regrese a la Tierra, será para hacerla plena y entregarme de vuelta aquello que salió de Mí. Ten siempre presente que Yo he creado todo, y que mi amor es el que mueve los corazones. Por eso, no te aflijas por las dificultades; Yo te doy ánimo y te acompaño cada día para que puedas seguir cumpliendo la historia de salvación que he pensado para ti."

Jesús relata hoy algunas situaciones que me impresionan. Un mundo en que todos temerán por los signos que el Señor irá desplegando. Pero sus últimas palabras le dan nuevo sentido a la historia. Es Él mismo quien nos da ánimo y nos anuncia la liberación. Pienso en las cosas de las que necesito liberarme aún: de los prejuicios, de los rencores, de los temores... y es justamente por eso que muchas veces no puedo levantar la cabeza. Cristo viene a darme verdadera libertad para mi alma y a rescatarme de mí mismo.

Gracias querido Padre Dios por anunciarnos la nueva y definitiva venida de Cristo. Gracias por darnos ánimo e impulsarnos a levantar la cabeza pese a las señales externas que nos hacen temer. Te pedimos que nos ayudes a tener presente que nuestras vidas te pertenecen y que vamos de regreso a Ti. Te alabamos por tu misericordia que nos libera de nuestros pecados y sufrimientos. A ti María, madre de toda esperanza, te pedimos que nos ayudes a ser fieles a la Alianza y confiar en el Padre siempre.

AMÉN

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