Evangelio jueves 30 de enero

Jueves 30 de enero de 2020 | Ignacio Suazo

30 de ENERO de 2020

Evangelio según San Marcos, capítulo 4, 21 - 25

Jueves de la Tercera Semana del Tiempo Ordinario

Jesús les decía: "¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un cajón o debajo de la cama? ¿No es más bien para colocarla sobre el candelero? Porque no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse. ¡Si alguien tiene oídos para oír, que oiga!". Y les decía: "¡Presten atención a lo que oyen! La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía. Porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene".

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

"La medida con que midan se usará para ustedes, y les darán más todavía."

Jesús parece decirme: hijo, recuerda que la medida de tu vida debe ser el amor. Amor es darle a tu próximo todo lo que puedas; todo lo que esté en tus manos darle. Debe darlo todo, porque Dios lo da todo por ti. Ama, porque Dios lo único que hace es amar. "La misericordia se ríe del juicio", dice la Sagrada Escritura. Ama, regala misericordia y compasión y eso es exactamente lo que recibirás a cambio. "Quien se preocupa del pobre cubre un cúmulo de pecados".

Las palabras de Jesús son simples, pero ¿las pongo yo en práctica? ¿Soy compasivo con quienes obran mal a mis ojos? ¿Soy capaz de corregir, pero con una actitud de profunda misericordia en mi interior? ¿De hacer sacrificios y oraciones por mis hermanos que a mis ojos están equivocados? Ahora, lo precioso de las palabras de Jesús, es que no lo plantea como un mínimo, sino como un máximo: den todo lo que puedan porque el Padre Dios sea generoso con ustedes. Dios me pone "las coordenadas" y espera mi libre respuesta.

Señor Jesús, estando en verano, con más calma y menos actividades, me pongo a pensar: ¿Cómo quiero vivir este año? Y estas palabras tuyas me animan a renovar mi actitud fundamental: ser más misionero y vivir más del y para el amor. Jesús, yo muchas veces soy flojo y no doy todo lo que tengo. Otras más actúo, pero sin el foco fundamental: lo que hago lo hago por amor a ti. Para que esto no quede en meras palabras, pongo como intercesora a tu madre, la Virgen María ¡Ella supo en todo amar! Que ella me enseñe a poner el amor en el centro.

AMÉN

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