Evangelio jueves 31 de octubre

31 de OCTUBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 13, 31 – 35.

Jueves de la Trigésima Semana del Tiempo Ordinario

Se acercaron algunos fariseos que le dijeron: "Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte". El les respondió: "Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado. Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste! Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!".

Meditación de Manuel José Ibáñez Aldunate

"¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!"

El Padre Dios a través de Jesús parece decirme hoy: "Son tantas las veces en que he intentado unirte con tus hermanos y todos quienes te rodean. Yo soy Padre y Madre al mismo tiempo; quiero verte junto a todos mis otros hijos. Sin embargo, me doy cuenta de las divisiones, envidias y conflictos que los separan. Te invito a que no juzgues a los demás, valores las sanas diferencias y veas todo lo que tienes en común con ellos, para que puedan reunirse en la paz y el amor que brotan de mi corazón."

La imagen de la gallina con sus pollitos resulta muy gráfica para imaginarme al Padre buscando y protegiendo a cada uno de sus hijos. Y me impresiona cómo una y otra vez lo intenta, pese a nuestro afán de buscar motivos para las divisiones. A pocos días de las elecciones presidenciales de nuestro país, y viendo las mutuas descalificaciones y ataques que los candidatos y sus asesores han realizado, pienso en cuán actuales resultan las palabras de Cristo. ¡Ojalá hoy supiéramos dejarnos unir a nuestra Patria entorno a nuestro Padre común!

Gracias querido Padre por querer unirnos a ti. Te pedimos que nos ayudes a valorar todas las gracias y regalos que hemos recibido y reconocer en quienes nos rodean tu presencia. Permítenos Señor asemejarnos a la comunidad perfecta que formas con el Hijo y el Espíritu Santo, y ser uno solo contigo. Te rogamos especialmente por las familias y países que se encuentran en guerra, para que puedan dejar de lado sus diferencias y buscar caminos que los acerquen a la paz. María, que nos unes en la Alianza, sé nuestra protectora.

AMEN