Evangelio jueves 5 de septiembre

5 de SEPTIEMBRE DEL 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 5, 1 - 11

Jueves de la Vigésima Segunda Semana del Tiempo Ordinario

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: "Navega mar adentro, y echen las redes". Simón le respondió: "Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes". Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: "Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador". El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: "No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres". Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Meditación de Manuel José Ibáñez Aldunate

"Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si tú lo dices, echaré las redes".

El Señor pareciera decirme hoy: "Sé que has trabajado duro por lograr aquello que quieres. Sé que te has esforzado mucho para alcanzar lo que tu corazón anhela. Y también he visto como muchas veces no has obtenido nada de lo que esperabas. Sin embargo, yo te invito a volver a intentarlo una vez más. Ten fe en Mí, que todo lo puedo. Soy Yo quien quiere regalarte abundantemente los dones que necesitas. Pon todas tus esperanzas en mí y no quedarás defraudado."

¡Qué identificado me siento con Pedro! Durante algunos meses he puesto mi mayor empeño en sacar adelante uno de los proyectos más importantes de mi vida. Y muchas veces sentí que no lograba ninguno de los resultados que esperaba. Pero fue el Señor quien me invitó una y otra vez a volver a "echar las redes". Ahora es Él quien se ha hecho cargo de que todo funcione y avance de acuerdo a su voluntad. Es tan grande el misterio de los tiempos y formas en que Dios se manifiesta en mi vida. Quisiera aprender a contemplar su paso y simplemente admirarme de su sabiduría.

Gracias querido Señor por invitarme a volver a intentarlo. Gracias por subirte a mi barca como lo hiciste con Pedro y guiarme en el momento y la forma de hacer las cosas. Te pido que me ayudes a ser dócil a tu voluntad y escucharte más atentamente. Aumenta mi fe, para que pueda creer en Ti, más allá de toda duda. Te alabo por tu inmenso amor, que se manifiesta en cada momento de mi vida. María, Madre de la Esperanza, acompáñame en mi camino.

AMÉN