Evangelio jueves 7 de noviembre

Jueves 7 de noviembre de 2019 | Ignacio Suazo

7 de NOVIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 15, 1 – 10.

Jueves de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario

Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Pero los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: "Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse". Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

"Pero los fariseos y los escribas murmuraban"

María parece decirme: murmurar. Es decir, rechazar veladamente el decir y el actuar de mi hijo. Devela desconfianza y rechazo en Él. Hijo mío ¿Cuántas veces tu murmuras contra mi Jesús en lo profundo de tu corazón? Porque ese es su deseo: que no se pongan trabas a la acción del Espíritu Santo, para así guardar las Palabras del Evangelio en tu corazón. Por el contrario, pídele al Santo Espíritu que te conceda seguir hasta los mínimos deseos del Padre Dios y Él te lo concederá.

La palabra "murmurar" aparece con mucha frecuencia asociada a los fariseos. Eso quiere decir que describe bien la actitud farisaica, tan rechazada por Jesús en los Evangelios ¿Tengo yo algo de fariseo? Sí, cada vez que me rebelo contra su mensaje o desconfío de la voz de la Iglesia (por muy desacreditada que esté, Cristo sigue siendo su cabeza). Y lo soy en un sentido práctico: más allá de lo que diga, muchas veces no logro poner en práctica un verdadero espíritu cristiano.

María, no quiero ser un murmurador. No quiero andar por ahí dudando en la teoría ni en la práctica de tu Hijo; de sus palabras y sus opciones. Incluso si en las palabras lo acepto todo (o casi todo), en los hechos mi comportamiento dista mucho del Ideal. Pero aun cuando yo esté lejos, tú siempre estás cerca ¡Con qué dedicación Él busca al dracma perdido! Entonces ya no confío en mis fuerzas, porque quien prende la lámpara, barre con cuidado y busca meticulosamente eres tú. Entonces ya no temo confiarle mis miedos y temores, madre. Porque sé que quien tiene el poder de disiparlos es Él.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000