Evangelio jueves 8 de agosto

Miércoles 7 de agosto de 2019 | Ignacio Suazo

8 de AGOSTO DEL 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 9, 57 - 62

Jueves de la Décimo Octava Semana del Tiempo Ordinario

Santo Domingo de Guzmán, Presbítero y fundador. Memoria Obligatoria

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, le dijo uno: "Te seguiré adonde vayas." Jesús le respondió: "Las zorras tienen madriguera, y los pájaros nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar la cabeza." A otro le dijo: "Sígueme." Él respondió: "Déjame primero ir a enterrar a mi padre." Le contestó: "Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios." Otro le dijo: "Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia." Jesús le contestó: "El que echa mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino de Dios."

"Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de mi familia."

Meditación de Ignacio Suazo Zepeda

María parece decirme: te preocupas por lo radical que parece ser mi hijo frente a tus aprensiones. En efecto, el seguimiento a mi hijo es completo: nada puede ser priorizado a él. Lo que te conviene, sin embargo, es pensar qué es "tu familia": ¿Qué cosas antepones al querer de mi Hijo para ti? Es bueno que te dirijas a mí frente a estas preguntas, porque yo puedo implorar para ti el Espíritu Santo. Él hará en ti lo que Jesús hacía en su tiempo: los ciegos ven, los paralíticos caminan y se proclama un año de gracia. El Espíritu abrirá tus ojos −para que veas el camino de Dios− y curará tus parálisis −para que pongas tus pasos en la dirección señalada−.

¿Espera Jesús que lo siga a través de una vocación misionera? Probablemente no. No al menos en la visión tradicional que se tiene de ella. En cambio, sí espera que lo siga: que viva intensamente sus enseñanzas y su Palabra y ayude a otros a hacer lo mismo. La pregunta es entonces por aquellas cosas que me dificultan hacer carne ese anhelo del corazón: ¿Qué cosas me impiden vivir y transmitir a Cristo? ¿Qué cosas me producen miedo, flojera o desprecio frente a las exigencias de Jesús?

María, implora para mí el Espíritu Santo. Que me dé tiempos de silencio y oración para pedirlo y escucharlo. No son tan evidentes las cosas que me alejan de Dios; compensaciones afectivas y culpas no reconocidas ¡Muéstramelas! Una vez que las veo, me faltan las fuerzas para decidirme a superarlas ¡Dame la fortaleza! Cuando ya estoy en camino, olvido fácilmente los propósitos que te ofrezco ¡Dame la perseverancia! Cuando soy consciente de tener oportunidades de ponerlos en práctica, dudo ¡Dame la audacia! Hazme, en fin, un hombre nuevo; libre y apostólico, que se entregue con todas sus fuerzas a la misión y a la causa del Reino de Dios.

AMÉN

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