Evangelio Lunes 10 de Febrero

Evangelio según San Marcos, capítulo 6, 53 – 56

Lunes de la Quinta Semana del Tiempo Ordinario

Santa Escolástica, virgen. Memoria obligatoria

Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí. Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.

Meditación de Magdalena Fernández Pérez

“Comenzaron a recorrer toda la región”

Jesús me dice: La fe de estas personas las llevó a caminar kilómetros para encontrarse conmigo. No por la obligación de hacerlo, sino que por una convicción verdadera de que yo los sanaría. Y es esta fe la que me enternece y me lleva a curarlos. Nunca voy a negar mi mano a quien viene a Mí… pero mis tiempos son distintos a los de este mundo. Siempre te daré lo que tu alma necesite… no te angusties tanto por lo que no tienes ni por los rumbos que va tomando tu vida. Sólo sigue acercándote a Mí con fe, y yo me haré cargo de todo.

A veces me cuesta confiar en Dios, especialmente al ver tantas peticiones que traigo una y otra vez, sin que sean –al menos en apariencia –escuchadas. Pero Jesús viene a recordarme que es Dios, que tengo que confiar en Él y aprender a abandonarme en su Providencia. Que, en lugar de pedir y pedir, pueda poner el foco en agradecer y alabar. Y que no me canse de acercarme a Dios… quisiera que mi fe fuera tal que pudiera caminar por una región entera solo para encontrarme con Él. Que no me acostumbre nunca al milagro de su Encarnación.

Señor, gracias por haberte quedado en este mundo por mí. Que no desaproveche ninguna oportunidad de acercarme a Ti, y que no me olvide de tu Amor y Providencia. Que mi fe no tenga condiciones, sino que pueda abandonar mis problemas y necesidades y confiar en que los tomarás en el momento que sea preciso. Libérame de toda angustia por el futuro, para que pueda reflejar tu Luz de la manera más pura posible. Creo en Ti, y sé que con solo tocar los flecos de tu manto quedaré sanada. AMÉN.