Evangelio lunes 18 de enero

18 de ENERO del 2021

Evangelio según San Marcos, capítulo 2, 18 - 22.

Lunes de la Segunda Semana del Tiempo Ordinario

Un día en que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, fueron a decirle a Jesús: "¿Por qué tus discípulos no ayunan, como lo hacen los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos?". Jesús les respondió: "¿Acaso los amigos del esposo pueden ayunar cuando el esposo está con ellos? Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.
Llegará el momento en que el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. Nadie usa un pedazo de género nuevo para remendar un vestido viejo, porque el pedazo añadido tira del vestido viejo y la rotura se hace más grande. Tampoco se pone vino nuevo en odres viejos, porque hará reventar los odres, y ya no servirán más ni el vino ni los odres. A vino nuevo, odres nuevos.

Meditación María Verónica Muñoz de Bascuñán

Es natural que no ayunen, mientras tienen consigo al esposo.

Jesús nos dice: No miren solo lo externo, las apariencias y las reglas impuestas por el hombre. No se queden en las pequeñeces y vean más allá de las leyes separatistas y formales. Yo he traído la buena nueva, las nuevas leyes. El amor no se mide por las obligaciones y deneres, sino que por las acciones. Yo los he elegido y sientan la libertad de actuar con el corazón que a veces se nos ofusca por la razón. Yo los amo y me gusta compartir con ustedes libremente.

Schoenstatt me ha enseñado que soy única, que no debo seguir a la masa que si me salgo de alguna regla no me preocupe del que dirán. Jesús es claro y me dice que no se juzga por las apariencias. Si estoy con Jesús estoy de fiesta. Para mi Jesús es el esposo en este evangelio y no pide pequeñeces sino que cuando vaya a recibir la Eucaristía esté pronta a abrir mi corazón sin necesidad de demostrar al mundo mi devoción. Alegría y humildad deben ser las banderas de la vida.

Señor Jesús, gracias por liberarnos de tantas trancas. Ayúdame a descubrir que es lo que quieres de mí, que esperas de mí. Quisiera ser un discípulo más fiel para compartir contigo parte de tu vida en esta tierra donde dejaste tu huella. Cuando acuda a ti ya sea en oración o en alguna celebración hazme sentir fuertemente tu presencia Gracias por abrir mi corazón para poder creer en ti y en tu palabra. Soy pequeña ante tu grandeza y me perdería sin esta Fe. Aumenta mi amor, mi fe y mi confianza en ti para que con firmeza pueda siempre estar a tu lado.

AMÉN