Evangelio lunes 18 de mayo

18 de MAYO de 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 15, 26 - 27.16, 1 - 4.

Lunes de la Sexta Semana de Pascua

Día de Alianza

Cuando venga el Protector que les enviaré desde el Padre, por ser él el Espíritu de verdad que procede del Padre, dará testimonio de mí. Y ustedes también darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio. Les hablo de todo esto para que no se vayan a tambalear. Serán expulsados de las comunidades judías; más aún, se acerca el tiempo en que cualquiera que los mate pensará que está sirviendo a Dios. Y actuarán así porque no conocen ni al Padre ni a mí. Se lo advierto de antemano para que, cuando llegue la hora, recuerden que se lo había dicho. No les hablé de esto al principio porque estaba con ustedes.

Meditación de nuestro equipo

"Darán testimonio de mí, pues han estado conmigo desde el principio"

Jesús me dice: el testimonio viene de la oración, de la relación personal conmigo. Está muy bien que busques hacer el bien, pero si esto no nace desde una relación profunda conmigo, tarde o temprano terminarás por cansarte. Que la oración sea el motor de tu día a día, que de esta nazcan las conversaciones que tengas, las cosas que hagas y las decisiones que tomes. Si quieres entregar mi Amor, primero debes poseerlo. Acércate a Mí, y sé un cristal que refleje mi luz.

Esta semana me he sentido cansada. He intentado hacer muchas cosas, dejando poco espacio para la oración. Jesús viene a recordarme que la oración no es un ítem más que debo agregar a mi lista de cosas por hacer, sino que es aquello que debe orientarla y nutrirla. Quiero dar testimonio del Amor de Dios en mi vida, pero mi cuerpo y voluntad son frágiles y me canso. Me propongo ordenar mi vida con la oración como principio y fin de cada día, para que cada cosa que haga nazca del Amor y se dirija a Él.

Señor, reaviva mi Amor y dame la fuerza de Voluntad para no alejarme. Que no me ganen la pereza ni la apatía. Quiero entregarte mi corazón. Regálame un corazón puro, que pueda reflejar tu Amor en todo momento. Y en este día de Alianza quiero tomar la mano de María y decir, al unísono, que Sí. Te entrego mi vida y me abandono en Ti. No permitas que nada me aleje de tu Amor. Y que cuando tenga que actuar, hablar o tomar alguna decisión, que te vea antes en Nazaret, en Galilea, en el Calvario... Que se haga Señor tu Voluntad.

AMÉN