Evangelio lunes 21 de septiembre

Lunes 21 de septiembre de 2020

21 de SEPTIEMBRE del 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 9, 9 - 13

Fiesta de San Mateo, Apóstol y Evangelista

Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: «¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús, que había oído, respondió: «No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores».

Meditación de nuestro equipo.

"Publicanos y pecadores (...) se sentaron a comer con él"

Jesús me dice: jamás cerré las puertas de mi hogar a nadie, sin importar que pensaran diferente a Mí. El llamado de mi Reino es para todos. ¿Qué sentido hubiera tenido alejarme de aquellos que no conocían mi Palabra? Pues te pido que actúes igual. Si alguien piensa o actúa de un modo distinto al tuyo, en lugar de alejarte... acércate más. Pon el foco en escuchar, comprender y compartir. La fe es una invitación al amor fraterno, no a la división.

A veces se me hace difícil hablar con personas que piensan muy distinto a mí, o que hacen cosas que no me parecen bien. Quiero acoger el llamado de Jesús a no juzgar. Quiero mantener mis puertas abiertas para quien lo necesite, y buscar siempre el bien en cada persona que conozca. Si Dios me permite comer en su mesa, no soy nadie para decirle a otra persona que no puede comer en la mía. Que en mi vida pueda entregar el Amor de Dios a quien no lo conoce.

Señor, lléname de tu Amor. Enséñame a quererlos a todos, y a no poner barreras por cosas sin importancia. Y si alguien está faltando al Amor, dame la sabiduría y valor para poder corregirlo de un modo fraterno, y que esto no condicione mi cariño. Me has llamado a amar, y eso es lo que quiero entregar a este mundo. Dame Señor un corazón puro, que no se deje llevar por el cansancio ni la costumbre. Quiero sentarme a comer en tu Mesa, e invitar a todos los que estén dispuestos a asistir.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000