Evangelio lunes 23 de noviembre

Lunes 23 de noviembre de 2020 | Magdalena Fernández

23 de NOVIEMBRE de 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 21, 1 - 4

Lunes de la Trigésima Cuarta Semana del Tiempo Ordinario

Después, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que ponían sus ofrendas en el tesoro del Templo. Vio también a una viuda de condición muy humilde, que ponía dos pequeñas monedas de cobre, y dijo: "Les aseguro que esta pobre viuda ha dado más que nadie.
Porque todos los demás dieron como ofrenda algo de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que tenía para vivir".

Meditación de Magdalena Fernández Pérez

"Dio todo lo que tenía para vivir"

Dios Padre me dice: no te compliques tanto. No te pido que hagas nada extraordinario. Es en las pequeñas cosas en las que te quiero invitar a amar. Es tu naturaleza a la que quiero llamar a la santidad. Quiero que vivas en Mí, que vivas del Amor. No te pido que lo pierdas todo por Mí... por el contrario. Te invito a ganarlo todo. A obtener lo que verdaderamente importa: paz, alegría, relaciones profundas y verdaderas. Ven, tráeme todo lo que eres y tienes, y verás cómo lo lleno de vida.

Siempre me ha costado entender esta lectura. ¿Por qué Jesús se alegra cuando la viuda da todo lo que tenía? ¿Era necesario? ¿Y cómo va a vivir ahora? Pero hay un factor que no estaba teniendo en cuenta: cuando le doy algo a Dios, nunca me deja con las manos vacías. Siempre da el cien por uno, no solo en la vida eterna, sino que también en ésta. Si miro hacia atrás, los momentos en los que más feliz me he sentido ha sido cuando más me entregaba a Dios. Si tengo esto tan claro, ¿por qué me da tanto miedo entregar?

Señor, vengo a entregarte todo lo que soy. Quiero que seas el Rey de mi vida, que todo lo que haga venga de Ti. Enséñame a vivir en el Amor, y a dar sin miedo. Aumenta mi caridad y mi fuerza de voluntad, para estar siempre disponible para ayudar a quien lo necesite. Graba esto a fuego en mi corazón, para que no desperdicie mi vida lejos de Ti. Señor, quiero ser santa. Y quiero comenzar hoy mismo. Ayúdame a deshacerme de todo lo que me aleja de Ti, para poder entrar al Templo y entregarte sin miedo todo lo que tengo para vivir.

AMÉN

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