Evangelio lunes 25 de enero

Lunes 25 de enero de 2021 | Magdalena Fernández

25 de ENERO de 2021

Evangelio según San Marcos, capítulo 19, 15 - 18

Fiesta de la Conversión de San Pablo

Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."
El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará. Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán".

Meditación de Philippe Morizon Rubio

"Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación"

Jesús pareciera decirnos: Así como envié a mis apóstoles, yo los envío a ustedes para que anuncien lo que les he enseñado, bautizando en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. La mayoría de ustedes vive en lugares donde la fe ha sido parte de las raíces de la cultura, pero hoy muchos han dejado creer en mí y en mi Iglesia. Es por eso que les digo, conviértanse y renueven sus fuerzas, porque hay muchos desencantados que esperan un nuevo anuncio, no sólo de palabras, sino de testimonios alegres y coherentes de vida. Esos son los santos que espero del siglo XXI.

Cuándo pienso como toda la fe cristiana se expandió a partir de un puñado de discípulos, y sobre todo del apóstol San Pablo, de quién hoy celebramos su conversión, me lleno de admiración y de asombro. Durante siglos fueron perseguidos y torturados, pero la fuerza de estos primeros cristianos era grande porque creían en la promesa del Señor: "yo estaré con ustedes hasta el fin del mundo". Hoy día muchos cristianos siguen siendo perseguidos, otros se han desencantado, y otros por ignorancia no han escuchado de Dios. ¿De quién más sino de nosotros nacerá una nueva generación de santos que hagan brillar la luz del Evangelio?

Señor, te doy gracias por la visita del Papa Francisco a nuestro país, que con su presencia y testimonio de vida me renovaron en la fe. Te pido perdón por todas las veces en que mi vida no ha sido coherente con lo que creo. Haz que me parezca más a María, que más que con palabras, nos regala un ejemplo vital de consagración al Padre y a ti. Que ella interceda para que moldees mi corazón y a la manera de Pablo, vivir una profunda conversión del corazón de mi vida.

AMÉN

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