Evangelio lunes 6 de enero

6 de ENERO del 2020

Evangelio según San Mateo, capítulo 4, 12 - 17.23 - 25

Lunes de la Segunda Semana del Tiempo de Navidad

Cuando oyó que Juan había sido entregado, se retiró a Galilea. Y dejando a Nazaret vino a residir en Cafarnaúm junto al mar, en el término de Zabulón y Neftalí; para que se cumpliera el oráculo del profeta Isaías: ¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, allende el Jordán, Galilea de los gentiles! El pueblo que habitaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en paraje de sombras de muerte una luz les ha amanecido. Desde entonces comenzó Jesús a predicar y decir: "Convertíos, porque el Reino de los cielos ha llegado". Recorría Jesús toda Galilea, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Su fama llegó a toda Siria; y le trajeron todos los que se encontraban mal con enfermedades y sufrimientos diversos, endemoniados, lunáticos y paralíticos, y él los curaba, Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea, Decápolis, Jerusalén y Judea y del otro lado del Jordán.

Meditación de Juan Enrique Coeymans Avaria

"Convertíos, porque el Reino de los cielos ha llegado".

Jesús nos dice: El, Reino ha llegado, el Reino soy yo, y luego de mi resurrección el Reino soy yo como cabeza y Uds. los miembros de mi Cuerpo. Pero esta llegada supone de parte de Uds. algo que olvidan: hay que cambiar de vida. La fe no es solo para creer, es para cambiar, para crecer en el amor, para vivir en el amor, para darse, entregarse y servir a los demás. La conversión no es algo mágico: día a día en el amor concreto, Uds. se convierten, porque el reino para Uds. y con Uds. se acerca y llega a los hombres.

La conversión suelo tomarla con burguesía cómoda. Una cosa por aquí, algo por allá. Pero no como un proceso más violento, que es cambiar de estilo de vida. No es el dejar de cometer este pecado o el otro, sino de vivir diferente. Y este cambio de vida significa que lo que ahora hago, debo hacerlo con una intencionalidad distinta. Todo debe ser para gloria de Dios, para hacer su voluntad, para amarlo en el amor humano a los que EL ponga por delante en mi camino. Cambiar es vivir para el amor.

Querido Jesús, que María tu madre y educadora cambie mi corazón, que ella eduque mi alma para el amor, para hacer que el amor tenga primacía en todo en mi vida. Bendito seas Señor, que con tu entrega me enseñaste que incluso hay que morir por el otro, si el amor es verdadero. Te adoro y te agradezco por tu cariño infinitamente fiel, te reconozco como mi Rey y Señor, mi Dueño y mi ideal. A ti sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos.

AMEN