Evangelio lunes 7 de junio

Lunes 7 de junio de 2021 | Bernardita Marín

7 de JUNIO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 4, 25 - 5, 12

Lunes de la Décima del Tiempo Ordinario

Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: "Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los afligidos, porque serán consolados. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron".

Meditación de Bernardita Marín Paul

"Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios"

Siento que Jesús me quiere decir: todo el que sigue a Dios, recibirá por recompensa la felicidad. Esa felicidad que procede de lo más íntimo del ser, que está dentro tuyo y que la provoca el tener un corazón puro, libre, que busca el bien del otro. Felices son los que no están completos, están desvalidos o sufren pobreza, Porque es el mismo Dios el que completa, llena el alma y hace pleno y feliz. Todo lo bueno que hagas con tu hermano, lo recibirás tú también y en abundancia.

Dios se hizo hombre para traer un mensaje de amor, es tan simple y difícil a la vez, busco siempre ser feliz y muchas veces no logro. Creo que debo comprender que la felicidad es un estado de búsqueda permanente, que se conquista mil veces en la vida y se pierde también, es nuestra naturaleza que se olvida de Dios y nos aleja. Por algo nuestro Señor nos entregó una naturaleza frágil e incompleta, porque busca que salgamos de nosotros y lo sigamos y esto se logra dejando el individualismo, porque la felicidad que tanto anhelamos, es una permanente búsqueda del bien del otro y esto provocará el amor de Dios y nuestra felicidad.

Señor que tanto te anhelo, gracias por ser, estar y mostrarme el camino por donde seré feliz, ayúdame a ser perseverante y seguir siempre en tu búsqueda, me pides una vida de trabajo, misericordia, de buscar la paz. Mi corazón descansa en ti y quiero ese regocijo interior, esa paz eterna y no descansare hasta encontrarla, porque Tu solo entregas la alegría y regocijo y me llamas a ser feliz y me muestras como, solo falta seguirte como Tú nos muestras.

AMÉN

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