Evangelio martes 10 de diciembre

Martes 10 de diciembre de 2019 | Juan Francisco Bravo

10 de DICIEMBRE del 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 18, 12 - 14.

Martes de la Segunda Semana de Adviento

Jesús dijo a sus discípulos: ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja los noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.

Meditación de Francisco Bravo Collado

¿No deja los noventa y nueve restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió?

Es como si Jesús me dijera: "¡Confianza! ¡Ánimo! Yo te quiero con los míos, en mi pradera, creciendo y compartiendo. Confía y regala, porque Yo soy el Buen Pastor. Doy mi vida por ti y dejo todo para ayudar al que está perdido. ¿Por qué, entonces, cuando te sientes perdido no acudes a mí? ¿Acaso dudas de que yo vaya a hacer todo lo que haya que hacer? ¿Por qué te engañas y te dices a ti mismo que no estás perdido, que vas a salir solo de esto? Pídeme. Y lánzate con serenidad y confianza, porque Yo estoy aquí para cuando me necesites."

Jesús me regala este texto para darme seguridad y abandono, pero yo armo un tremendo encatrado mental de explicaciones y excusas para decirme a mí mismo que no soy tan débil, que no soy tan temeroso, que soy arrojado y audaz... pero cuando soy sincero conmigo mismo, veo que me engaño. Así que, situándome en el texto que se nos regala, hago el ejercicio de ser un corderito desvalido, perdido y a punto de morir. Necesito ayuda y no sé cómo salir de la situación. Y, al reencontrarme con el texto, siento alivio de saber que Jesús es capaz de dejarlo todo por venir a mí. Siento gratitud y esperanza.

Gracias, Señor, por este encuentro que me regalaste en esta meditación. Gracias por regalarme la conciencia de que sin Ti estoy perdido y que Tú estás cien por ciento para mí. Muéstrame el camino desde el miedo y la incertidumbre a la esperanza y la confianza. Hoy pongo mi carga y mi preocupación en tu cruz para que seas Tú quien las cargue, aun cuando me siento incómodo dejando de lado el protagonismo. Dame humildad. Hazme pequeño, sencillo y confiado. Hazme fecundo. Llévame a tu pradera llena de abundancia, salud, y amor.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000