Evangelio martes 15 de junio

Martes 15 de junio de 2021 | Juan Francisco Bravo

15 de JUNIO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 5, 43 - 48

Martes de la Undécima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, rueguen por sus perseguidores; así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir el sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen lo mismo los publicanos? Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen lo mismo los paganos? Por lo tanto, sean perfectos como es perfecto el Padre que está en el cielo.

Meditación Juan Francisco Bravo Collado

Amen a sus enemigos.

Jesús me dice: "Ama a tus enemigos. Y también a las dimensiones tuyas que te parecen difíciles de llevar. Primero debes aprender a escucharlas, a que te digan qué quieres, quién eres, por qué haces lo que haces... y después, de a poco, comienza a caminar con ellas como buenas compañeras. Ama las partes de ti que, de forma natural, sin trabajarte, jamás llegarías a amar. Ama tu vulnerabilidad, tu necesidad, , tu inconsecuencia... aprende de ellas. Ama el dolor de tus equivocaciones, la vergüenza de tus pecados, la incomodidad de saberte poco."

Me complica este texto, porque considero que no tengo enemigos. Me cuesta verme como alguien que, queriendo algo, tiene antagonistas que quieren evitar su éxito. No me veo como 'yo contra otros'. Pero, desde la profundidad de la meditación, descubro que muchas veces me visualizo como si yo estuviera contra mí mismo: contra mi ego, mi dolor, mi vergüenza, mi necesidad de aprobación, mi comodidad, mis ganas de sentirme mejor que el resto. Y eso sí me cuesta amarlo porque, en medio de eso, hay mucho dolor. Hoy siento que Jesús me invita a profundizar en ese dolor y aprender a amar mis dimensiones más vulnerables.

Señor, dame amor. Amor por Ti, por los demás... pero también por mí. Dame amor por todos los misterios de mi vida. Especialmente por los misterios dolorosos. No te pido conformidad, Señor, no te pido resignación. ¡Te pido amor! Amor loco y profundo. Muéstrame cómo amar este enredo que he hecho de mí, para que pueda ver la huella de tu abrazo salvador, y que tu misericordia brille en mí como un rayo de luz que no solo ilumina lo que yo quiero mostrar, sino que todo lo que Tú, por amor, quisiste crear y sostener en mí.

AMÉN

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