Evangelio martes 16 de julio

Martes 16 de julio de 2019 | Francisco Bravo

16 de JULIO del 2019

Evangelio según San Juan, capítulo 2, 1 - 11

Solemnidad de Nuestra Señora del Carmena Patrona y Reina de Chile

Tres días más tarde se celebraba una boda en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. También fue invitado Jesús a la boda con sus discípulos. Sucedió que se terminó el vino preparado para la boda, y se quedaron sin vino. Entonces la madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". Jesús le respondió: "Mujer, ¿por qué te metes en mis asuntos? Aún no ha llegado mi hora". Pero su madre dijo a los sirvientes: "Hagan lo que él les diga". Había allí seis recipientes de piedra, de los que usan los judíos para sus purificaciones, de unos cien litros de capacidad cada uno. Jesús dijo: "Llenen de agua esos recipientes". Y los llenaron hasta el borde. "Saquen ahora, les dijo, y llévenle al mayordomo". Y ellos se lo llevaron. Después de probar el agua convertida en vino, el mayordomo llamó al novio, pues no sabía de dónde provenía, a pesar de que lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua. Y le dijo: "Todo el mundo sirve al principio el vino mejor, y cuando ya todos han bebido bastante, les dan el de menos calidad; pero tú has dejado el mejor vino para el final". Esta señal milagrosa fue la primera, y Jesús la hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

Y los llenaron hasta el borde

Es como si María me dijera: "Anda, yo estoy aquí. Soy yo la que te dice: hazle caso a Él. No desesperes. Que Él diga que no ha llegado la hora no significa que no vaya a producirse el milagro. Confía en mí y hazme caso: ¡corre, apúrate! Porque el milagro viene ¡y te va a sorprender! Así que no seas tonto, no seas tímido, no seas quedado: aprovecha, corre y apúrate, llena hasta el borde... ¡bien lleno! Porque todas las penas que tenías, todas las preocupaciones que te embargaban no son nada comparadas con la alegría que vas a tener cuando Él obre en ti el milagro que yo te prometo.

Me golpeó de lleno esta frase: "los llenaron hasta el borde". Porque me identifico con esto que les pasa a los novios. Empecé mi fiesta y veo que me falta, que no fui capaz de tener todo en orden, que no alcancé a preparar las cosas como debí haberlo hecho. Estoy igual que los sirvientes: ya no creo que me vaya a salvar de esta. Estoy como las vírgenes necias: no me quedan opciones. Así que cuando leo este evangelio encuentro la esperanza de que las cosas tengan una salida, que sea María quien me encuentre una escapada.

Mater Tres Veces Admirable, no puedo creer que seas tan buena y tan cariñosa. Ayúdame a que no caiga en la tentación de llenarme de excusas y de hacerme el que no necesito ayuda. Regálame a aprender de estos servidores y llenar los cántaros de mi corazón hasta el borde. Que la bendición de Jesús me aproveche: ¡que me llene de vino los cántaros vacíos que tengo yo! Que transforme el agua de mi alma: insípida, muerta y oscura. Que la transforme en vino rico, embriagador, oloroso. Dile Tú, Máter. Dile tú que haga el milagro de transformarme, que mi fiesta se está hundiendo.

AMÉN

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