Evangelio martes 17 de agosto

Martes 17 de agosto de 2021 | Juan Francisco Bravo

17 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 19, 23 - 30

Martes de la Vigésima Semana del Tiempo Ordinario

Jesús dijo entonces a sus discípulos: "Les aseguro que difícilmente un rico entrará en el Reino de los Cielos. Sí, les repito, es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos". Los discípulos quedaron muy sorprendidos al oír esto y dijeron: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?". Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: "Para los hombres esto es imposible, pero para Dios todo es posible". Pedro, tomando la palabra, dijo: "Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. ¿Qué nos tocará a nosotros?". Jesús les respondió: "Les aseguro que en la regeneración del mundo, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, que me han seguido, también se sentarán en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y el que a causa de mi Nombre deje casa, hermanos o hermanas, padre, madre, hijos o campos, recibirá cien veces más y obtendrá como herencia la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

¿Qué nos tocará a nosotros?

En este texto, Jesús pareciera decirme: "Recibirás cien veces más. Serás bendecido. Paciencia. Sigue paso a paso, sigue tranquilo. No te detengas. Yo sé que es difícil y sé que estás cansado. Pero ni siquiera has empezado a dar lo mejor de ti. Vamos de nuevo a empezar de cero y ahora sí vamos a hacerlo todo lo bien que podamos. Vamos juntos. Confía en mí, pero también confía en ti y en tu capacidad de ver lo que está pasando, ponerte en el lugar correcto y hacer el trabajo que yo te encomiendo, y que nadie más que tú puede hacer."

Me siento abrumado y desanimado. Quiero descansar y que las cosas estén bien. Pero aun cuando trabajo y pongo de parte mía, siento que las cosas no están bien. Ante este texto, quisiera tener la certeza de que lo que me abruma, que haber llegado a la situación en la que me encuentro, es por haber seguido Jesús. Pero no la tengo. Quisiera ser capaz de integrar de forma más profunda mi quehacer cotidiano con mi camino espiritual. Vivir no con mis temores sino con la confianza en el Señor.

Jesús, ayúdame a ver con mayor claridad dónde me encuentro, para poder caminar hacia Ti. Regálame la gracia de que lo que busque en mi camino sea encontrarme contigo. Dame foco. Dame sentido y haz que lo que vaya haciendo, que lo que vaya caminando, sea parte del camino hacia la mesa de tu Padre. Dame serenidad y paciencia. Muéstrame cómo dejar aquello que me aleja de Ti y cómo abrazar lo que me hace más tuyo. Gracias Señor.

AMÉN

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