Evangelio martes 2 de abril

Martes 2 de abril de 2019 | Francisco Bravo

2 de ABRIL del 2019

Evangelio según San Juan, capítulo 5, 1 – 3ª. 5 - 18

Martes de la Cuarta Semana del Tiempo de Cuaresma

Se celebraba una fiesta de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Junto a la puerta de las Ovejas, en Jerusalén, hay una piscina llamada en hebreo "Betsata", que tiene cinco pórticos. Bajo estos pórticos yacía una multitud de enfermos, ciegos, lisiados y paralíticos. Había allí un hombre que estaba enfermo desde hacía treinta y ocho años. Al verlo tendido, y sabiendo que hacía tanto tiempo que estaba así, Jesús le preguntó: "¿Quieres sanarte?" Él respondió: "Señor, no tengo a nadie que me sumerja en la piscina cuando el agua comienza a agitarse; mientras yo voy, otro desciende antes". Jesús le dijo: "Levántate, toma tu camilla y camina". En seguida el hombre se sanó, tomó su camilla y empezó a caminar. Era un sábado, y los judíos dijeron entonces al que acababa de ser sanado: "Es sábado. No te está permitido llevar tu camilla". Él les respondió: "El que me sanó me dijo: "Toma tu camilla y camina"". Ellos le preguntaron: "¿Quién es ese hombre que te dijo: 'Toma tu camilla y camina'?" Pero el enfermo lo ignoraba, porque Jesús había desaparecido entre la multitud que estaba allí. Después, Jesús lo encontró en el Templo y le dijo: "Has sido sanado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El hombre fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había sanado. Ellos atacaban a Jesús, porque hacía esas cosas en sábado. Él les respondió: "Mi Padre trabaja siempre, y Yo también trabajo". Pero para los judíos ésta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

Mi Padre trabaja siempre

Es como si Jesús me dijera: "Trabaja tú. Mi Padre trabaja siempre. Entonces ponte en el lugar que te corresponde y trabaja sin descanso. Estás muy cansado, y pareciera que ya no puedes más. Pero sí puedes. Sí puedes seguir adelante y sí puedes hacer las cosas que pensabas que serían imposibles. Pero hazlas de a una. Como mi Padre, que en vez de preocuparse si el horario es el correcto, se concentra en dónde puede ayudar en algo a los suyos, a los que lo aman y aquellos a quienes les está comprometido".

Me siento cansado y abrumado. Las cosas no siempre salen como uno quiere, y a veces hay que trabajar más de lo que uno suponía para llegar al destino. Pienso en mi papá que después de tantos años sigue trabajando tanto. Pienso en mí mismo y me avergüenzo de mi tendencia a la comodidad, de mi capacidad de transar en mis compromisos. De mis ganas de que las cosas salgan rápido y fácil, sin que yo tenga que poner el alma en ellas. Debo mirar al Padre.

Jesús, amigo mío que trabajas tanto y que sabes poner las cosas en su verdadero lugar, gracias por este texto tan lindo que me regalas. Quiero entregarte mi trabajo, incluso aquel trabajo que no está hecho con toda la atención que se merece, el que se hace a última hora, el que se improvisa... y también el hecho con excelencia y con cariño. Quiero regalarte todo lo que he hecho hasta ahora, y quiero pedirte que me ilumines para seguir trabajando por tu reino y lograr fecundidad.

AMÉN

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