Evangelio martes 28 de abril

28 de ABRIL del 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 6, 30 - 35.

Martes de la Tercera Semana de Pascua

Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

"Señor, danos siempre de ese pan"

Es como si Jesús me estuviera diciendo: "¿Dónde estás buscando saciar tu hambre y apagar tu sed? ¿has encontrado algo de lo que necesitas? Ven a mí, hijo mío, y encuentra lo que has estado buscando y lo que no has encontrado en ningún lugar, porque lo que buscas no está en recibir o lograr algo, sino que ocupar el lugar correcto, el lugar que mi Padre tiene para ti. Para que tú mismo seas pan del cielo, y tú mismo experimentes la pasión, la cruz, el sepulcro, la resurrección y la gloria. Como mi hermano."

Me impresiona este texto, que me encuentra en un momento difícil de enfrentar. Quiero encontrar ese pan de vida que ofrece Jesús, que es más profundo y poderoso que el maná que recibieron nuestros antiguos. Hoy siento el llamado a encontrar un nuevo foco y renovar mi encuentro con Jesús. Porque estoy cansado de ir detrás de alimentos que no logran saciarme, y sé por experiencia propia, que es en Jesús que encuentro el verdadero centro y sentido de mi vida.

Jesús, dame también a mí siempre de ese pan: el verdadero pan del cielo, ese pan que tú das y que proviene del Padre, ese pan que puede saciar el hambre para siempre. Ayúdame a caminar hacia ti. Hazme caminar por tu camino hacia tu mesa y comer de tu pan de vida. Permíteme tomar mi lugar, el lugar donde realmente pueda trabajar desde la integridad, la ofrenda y la gratitud. Esta semana te ofrezco ir hacia ti. Señor, haz que aumente mi fe y mi amor a Ti.

AMÉN