Evangelio martes 5 de noviembre

Martes 5 de noviembre de 2019 | Juan Francisco Bravo

5 de NOVIEMBRE del 2019

Evangelio según San Lucas, capítulo 14, 15 - 24.

Martes de la Trigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario

Al oír estas palabras, uno de los invitados le dijo: "¡Feliz el que se siente a la mesa en el Reino de Dios!". Jesús le respondió: "Un hombre preparó un gran banquete y convidó a mucha gente. A la hora de cenar, mandó a su sirviente que dijera a los invitados: 'Vengan, todo está preparado'. Pero todos, sin excepción, empezaron a excusarse. El primero le dijo: 'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego me disculpes'. El segundo dijo: 'He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlos. Te ruego me disculpes'.
Y un tercero respondió: 'Acabo de casarme y por esa razón no puedo ir'. A su regreso, el sirviente contó todo esto al dueño de casa, y este, irritado, le dijo: 'Recorre en seguida las plazas y las calles de la ciudad, y trae aquí a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los paralíticos'. Volvió el sirviente y dijo: 'Señor, tus órdenes se han cumplido y aún sobra lugar'. El señor le respondió: 'Ve a los caminos y a lo largo de los cercos, e insiste a la gente para que entre, de manera que se llene mi casa. Porque les aseguro que ninguno de los que antes fueron invitados ha de probar mi cena'".

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

"Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa."

Es como si Jesús me dijera: "Hijo mío, ¿te das cuenta lo que significa que yo les tenga una fiesta? Cuando uno prepara una fiesta, no sólo lo hace lo mejor que puede, sino que también pone mucha ilusión. Se pone contento imaginando cómo va a ser cuando lleguen todos. Pero si todos los invitados tienen cosas más importantes que hacer, uno se desilusiona e invita a otros. Yo quiero que tú vengas a mi fiesta, que puedas dejar lo que estás haciendo y que te parece tan importante para darte un tiempo para estar conmigo celebrando."

Señor, cuando leo esto, me doy cuenta que siempre he tenido alguna cosa más importante que estar contigo. Da lo mismo el motivo es un trabajo que me requiere de mucha atención y en el cuál quiero hacerlo bien; una cosa nueva que me encanta y que quiero estrenar, o estar con alguien que me importa y que también te importa a ti, pero que a la larga me aleja de tu celebración. Hoy me da pena todas las veces que no he respondido a la invitación que me haces de estar contigo y celebrar.

Señor, que no te importe cuando he dicho que tengo otras cosas que hacer, porque estoy arrepentido y sí quiero entrar a tu fiesta. Mándame por el mundo a invitar a los que sí quieran celebrar contigo. Hazme tu mensajero para poder ir corriendo por las plazas y calles de la ciudad, y traer a tu fiesta inmensa a los pobres, los lisiados, los ciegos y los cojos. Ir una y otra vez a buscar más gente, insistiendo hasta que se llene tu casa que es eterna y abierta.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000