Evangelio martes 6 de octubre

Martes 6 de octubre de 2020 | Juan Francisco Bravo

6 de OCTUBRE del 2020

Evangelio según San Lucas, capítulo 10, 38 - 42

Martes de la Vigésima Séptima Semana del Tiempo Ordinario

Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude". Pero el Señor le respondió: "Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada".

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

"Te inquietas y te agitas por muchas cosas"

Es como si Jesús nos dijera: "A ustedes, a los hombres de hoy, les gusta identificarse con Marta. Les gusta andar ocupados, ser eficientes, trabajar y lograr "que las cosas se hagan". Se enorgullecen de eso. Se afanan demasiado, y mucho de ese afán es por lucirse y por parecer bien. Quédense con la mejor parte: conmigo, con el banquete ¡con el novio! Sean míos y, aunque no todos los van a admirar por trabajadores y esforzados, su trabajo va a ser más duro, más constructivo y más hermoso. Y mi Padre, que ve en lo secreto, los mirará lleno de cariño por toda la eternidad".

Este evangelio nos habla del trabajo: Marta se preocupa del ajetreo, de 'tener la comida lista', 'hacer el aseo', etc. En el mundo laboral, esto es lo mismo que 'ser eficientes', 'hacer bien las cosas' o 'tener clara la película'. Muchas veces lo hacemos para vernos bien, para parecer esforzados y sentir el gusto de la aprobación, pero perdemos el foco porque dejamos de lado el motivo por el cual fuimos creados. Hoy día, nuestro desafío es aprender a ser sinceros con nosotros mismos, y aprender a elegir lo que realmente nos acerca a Dios en medio de las tareas cotidianas.

Jesús, ¡yo quiero elegir la mejor parte, que es estar contigo! ¡Ayúdame a superar mis ganas de hacer bien las cosas por verme valioso, por parecer trabajador, por dejar mi huella o por conquistar algo! Que el motivo para hacer bien las cosas sea seguir tu voluntad, y no las ganas de verme mejor a través de lo que hago. Dame el regalo de trabajar por ti, por tu Reino y por ayudar a que todos lleguemos al abrazo cariñoso del Padre en el cielo. Bendito seas Jesús.

AMÉN

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