Evangelio martes 9 de abril

Martes 9 de abril de 2019 | Francisco Bravo

9 de ABRIL del 2019

Evangelio según San Juan, capítulo 8, 21 – 30

Martes de la Quinta Semana del Tiempo de Cuaresma

Jesús dijo a los fariseos: "Yo me voy, y ustedes me buscarán y morirán en su pecado. Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir". Los judíos se preguntaban: "¿Pensará matarse para decir: 'Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir'?" Jesús continuó: "Ustedes son de aquí abajo, Yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, Yo no soy de este mundo. Por eso les he dicho: "Ustedes morirán en sus pecados". Porque si no creen que Yo Soy, morirán en sus pecados". Los judíos le preguntaron: "¿Quién eres Tú?" Jesús les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo. De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero Aquél que me envió es veraz, y lo que aprendí de Él es lo que digo al mundo". Ellos no comprendieron que Jesús se refería al Padre. Después les dijo: "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy y que no hago nada por mí mismo, sino que digo lo que el Padre me enseñó. El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque Yo hago siempre lo que le agrada". Mientras hablaba así, muchos creyeron en Él.

Meditación de Juan Francisco Bravo Collado

Mientras hablaba así, muchos creyeron en Él

Es como si Jesús me dijera: "Adonde Yo voy, ustedes no pueden ir. Yo no soy de este mundo, sino que de lo alto. Ustedes son de este mundo. Y yo los invito a ser del mundo de arriba, a ir donde Aquel que me dice lo que yo les digo a ustedes. Pero si continúan siendo de este mundo, no van a poder llegar adonde yo voy. Vengan conmigo, conviértanse al mundo de lo alto para que vengan conmigo, para que podamos ir juntos a la mesa de mi Padre que ama y que ve en lo secreto".

Inicialmente, este texto me parece árido y críptico. Me siento desierto e incapaz de responder ante él. Jesús habla como desde un oráculo, diciendo cosas poderosas e inmutables: profetiza, define, explica. Y yo no logro conectar emocionalmente con eso. Pero al final encuentro algo que me sorprende, me alegra y hasta me da risa: "mientras hablaba así, muchos creyeron en Él". ¡Aquello que a mí me parece críptico y poco atractivo a otros les toca el corazón! Me siento admirado y lleno de recogimiento.

Jesús, yo quiero ir contigo a donde vayas tú. Enséñame a levantarte en alto y reconocerte como mi Señor para que yo pueda saber quién eres y que experimente la unión que tienes con el Padre. Gracias por no hacer nada por ti mismo, sino que hacerlo por el Padre. Déjame unirme contigo al Padre, y reconocerte como Señor de mi vida. Camina conmigo y acompáñame cuando me siento perdido. No me dejes solo como el Padre no te deja solo a ti. Muéstrame cómo hacer, como tú, siempre lo que le agrada a El Padre.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000