Evangelio miércoles 25 de agosto

Miércoles 25 de agosto de 2021 | Osvaldo Andrés Iturriaga

25 de AGOSTO del 2021

Evangelio según San Mateo, capítulo 23, 27 - 32

Miércoles de la Vigésima Primera Semana del Tiempo Ordinario

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que parecen sepulcros blanqueados: hermosos por fuera, ¡pero por dentro llenos de huesos de muertos y de podredumbre! Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, diciendo: 'Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, ¡no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas'! De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres!

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

¡Ay de ustedes (...), que por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad!

Siento como si Jesús me dijera: "mucho cuidado con ponerte a ti mismo como superior a otros; yo puedo ver lo que realmente hay en tu corazón: por mucho que las personas te alaben por lo que ven de ti, si dentro de ti hay soberbia, desprecio o auto complacencia, serás como uno de esos hipócritas a quienes yo no resisto y que no tienen lugar junto a mí, ya que en un corazón lleno de sí mismo, no cabe el amor infinito, sanador y transformador del Padre Celestial.

Siempre me ha impresionado como Jesús acoge y perdona a todos los pecadores, desde los estafadores hasta los ladrones, pero a los soberbios e hipócritas los maldice. Por eso, siempre he tenido un conflicto con las personas que, dentro de nuestra propia Iglesia, actúan como esos "sepulcros blanqueados", poniéndose a ellos mismos como "buenos" por cumplir ciertas normas, y condenando a quienes no las siguen. Pero el Señor me alerta de que, al tener ese juicio dentro de mí, estoy actuando con la misma hipocresía y arrogancia que yo critico. Por ello, debo siempre mirar qué es lo que tengo dentro de mí, y expulsar toda "podredumbre".

Querido Señor, es tan fácil caer en la tentación de vivir de las apariencias, tanto de las que proyecto yo, como de juzgar y hasta condenar a otros por lo que ellos aparentan. Enséñame a tener la humildad de nunca sentirme mejor que otro, a estar siempre consciente de que lo bueno que hay en mí me viene de ti. Ayúdame a negarme a mí mismo, a mi ego, para que seas Tú quien esté en mi interior y ses a Ti, a pesar de mi pequeñez, a quienes los demás vean en mí.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000