Evangelio miércoles 29 de abril

Miércoles 29 de abril de 2020 | Osvaldo Iturriaga

29 de ABRIL del 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 6, 35 - 40

Miércoles de la Tercera Semana de Pascua.

Santa Catalina de Siena, virgen, Doctora de la Iglesia. Memoria obligatoria

Jesús les dijo: «Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto. Todo lo que el Padre me ha dado vendrá a mí, y yo no rechazaré al que venga a mí, porque yo he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el último día. Sí, ésta es la decisión de mi Padre: toda persona que al contemplar al Hijo crea en él, tendrá vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

Meditación de Osvaldo Andrés Iturriaga Berríos

"El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed. Sin embargo, como ya les dije, ustedes se niegan a creer aun después de haber visto."

Siento como si el Señor me dijera "tú ya sabes cómo es esto, ya lo has vivido. Has experimentado en tu vida que yo triunfo sobre la muerte, que soy capaz de saciar tu sed, que en mí tus sufrimientos se han aliviado y has podido encontrar una paz que no viene de tus fuerzas. ¿Por qué entonces dudas, si ya me has visto? ¿Por qué tienes miedo, si sabes que yo te guío y te sostengo? No tengas miedo, aférrate a mi con fuerza, no te soltaré de mi mano,

Alguna vez oí que es distinto "creer en Jesús" -en una especie de convencimiento teórico o racional-, a "creerle a Jesús". O sea, creer realmente en sus promesas. Quienes nos decimos cristianos, creemos en alguien que nos promete que "nunca tendremos hambre ni sed" si lo seguimos. ¿Creo en esto realmente? ¿Vivo como si lo creyera? Cuántas veces he experimentado el poder de Cristo en mi vida -cuando he podido abandonarme totalmente en sus manos-, pero aun así, pasa el tiempo y vuelvo a "negarme a creer", a seguir poniendo mi seguridad en otras cosas, que claramente no me sacian.

Querido Jesús, en distintos momentos de mi vida me has regalado la gracia de verte y de experimentarte en forma muy concreta, de sentir mis ansias saciadas de una forma que sólo viene de Ti. He podido sentir tu presencia en momentos de gran alegría, y en otros de la más profunda desolación. En esos períodos oscuros, abandonarme en Ti fue una fuente de paz inesperada e inexplicable. Has que esos momentos sean como memoriales permanentes, que me recuerden que Tú siempre estás ahí; que no pueda "negarme a creer", sino que te busque siempre para irradiar esa paz que sólo viene de Ti.

AMÉN

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