Evangelio miércoles 3 de abril

Miércoles 3 de abril de 2019 | Alejandra Castelblanco

3 de ABRIL del 2019

Evangelio según San Juan, capítulo 5, 17 – 30

Miércoles de la Cuarta Semana del Tiempo de Cuaresma

El les respondió: "Mi Padre trabaja siempre, y yo también trabajo". Pero para los judíos esta era una razón más para matarlo, porque no sólo violaba el sábado, sino que se hacía igual a Dios, llamándolo su propio Padre. Entonces Jesús tomó la palabra diciendo: "Les aseguro que el Hijo no puede hacer nada por sí mismo sino solamente lo que ve hacer al Padre; lo que hace el Padre, lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que hace. Y le mostrará obras más grandes aún, para que ustedes queden maravillados. Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, del mismo modo el Hijo da vida al que él quiere. Porque el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que lo envió. Les aseguro que el que escucha mi palabra y cree en aquel que me ha enviado, tiene Vida eterna y no está sometido al juicio, sino que ya ha pasado de la muerte a la Vida. Les aseguro que la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oigan, vivirán. Así como el Padre dispone de la Vida, del mismo modo ha concedido a su Hijo disponer de ella, y le dio autoridad para juzgar porque él es el Hijo del hombre. No se asombren: se acerca la hora en que todos los que están en las tumbas oirán su voz y saldrán de ellas: los que hayan hecho el bien, resucitarán para la Vida; los que hayan hecho el mal, resucitarán para el juicio. Nada puedo hacer por mí mismo. Yo juzgo de acuerdo con lo que oigo, y mi juicio es justo, porque lo que yo busco no es hacer mi voluntad, sino la de aquel que me envió.

Meditación de Alejandra Castelblanco de Prieto

"...el Padre no juzga a nadie: él ha puesto todo juicio en manos de su Hijo..."

Jesús parece decirnos: No me canso de repetir, que existe una unión única con mi Padre. Esta frase, significa que al enviarme al mundo, quedé expuesto a que Uds. me conocieran y decidieran seguirme o no. No soy como un dictador externo que separa a los hombres en buenos y malos. Más bien, al decir que el juicio quedó en mis manos, se refiere a que el que cree en mí, se salva, no pasa por el juicio y el que no, se condena. La invitación de hoy es a conocerme, si quieres rechazarme, primero conóceme y luego elige tu camino.

Al leer este trozo, me acordé cuando supe el significado de la palabra: Agnóstico, porque yo pensaba que era sinónimo de ateo, pero cuando supe que significaba: negación al conocimiento, sentí que era penoso, que alguien prefiera no conocer a Cristo a negarlo. Ahora, mi conocimiento, no debe ser tan profundo, porque me equivoco, no soy fiel, soy inconstante en mis propósitos en fin tantas cosas. Creo que si llenara mi tiempo con propósitos que me lleven a conocerlo más, sin duda mi vida sería diferente, porque creo tan difícil que alguien lo niegue o rechace después de conocerlo.

Querido Señor: acojo tu invitación, no quiero rechazarte, quiero seguirte, y conocerte más es un seguro para no hacerlo. Estás en el Evangelio, en el testimonio de los Santos, en la vida de Tu Madre, en las enseñanzas del Padre Kentenich, en las encíclicas y por supuesto en el prójimo. Dame la gracia de descubrirte y reconocerte, de llenarme de tu sabiduría para que no quepa duda que Tú actúas en mí. Dame perseverancia en el camino de la fe y ayúdame a transmitir a los demás el rostro del Amor que es el tuyo.

AMÉN

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