Evangelio sábado 10 de abril

Sábado 10 de abril de 2021 | Gonzalo Manzano

10 de ABRIL del 2021

Evangelio según San Marcos, capítulo 16, 9 - 15.

Sábado de la Octava de Pascua

Jesús, que había resucitado a la mañana del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, aquella de quien había echado siete demonios. Ella fue a contarlo a los que siempre lo habían acompañado, que estaban afligidos y lloraban. Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. Después, se mostró con otro aspecto a dos de ellos, que iban caminando hacia un poblado. Y ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero tampoco les creyeron. En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. Entonces les dijo: "Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación."

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado"

Jesús parece decirme: Desde mi Resurrección, quienes me vieron dieron testimonio de Mí, y muchos no les creyeron. Ni siquiera mis amigos más cercanos. Hoy, otros dan testimonio de Mí, aquellos que no me vieron resucitado, sino que sólo creen sin haber visto. Sus ojos no me han visto resucitado, pero sus corazones conviven con esa verdad de manera verdadera, sencilla y cotidiana. No puedo reprocharles su obstinación a quienes no creen, porque sé que ha pasado tiempo, y la fe es un don que se regala a quien lo pide, pero habiéndola recibido, rechazarla es una torpeza, ya que están perdiendo la oportunidad de ser realmente felices.

Pensar en ese momento, me obliga a ser empático. ¿Habría tenido yo la misma fe que tengo ahora si hubiera vivido de primera mano la Resurrección de Cristo? Hoy tengo mi fe porque la Iglesia la ha cultivado en mí, yo la he acogido, pero por sobre todo, he intentado encontrarme con Jesús en mi corazón. Si me hubiese encontrado con Él, cara a cara, caminando en Palestina, no sé bien qué hubiera hecho. Quiero pensar que hubiese sido más como Juan que como Tomás, pero soy tan inconstante, que ese pragmatismo de Pedro o Tomás me nubla.

Señor Jesús, hoy quiero sumarme a los miles que te han dicho "sí". No quiero perderme ni un segundo de la dicha de compartir contigo tu Resurrección, y de verdad me llena mucho más creer que venciste a la Muerte y estás con nosotros, a ser incrédulo y cuestionar algo tan maravilloso. Solo necesito extirpar de mí esa constante falta de perspectiva, que me obliga a mirar sólo a un metro de mí, velando mi vista, que en todo momento quiere mirar hacia Ti. Señora mía, te ofrezco mi pequeñez. Te la entrego porque yo no sé cómo hacerla crecer. Sé que tú sabrás hacerla germinar, y que desde tu Santuario me llevarás a tu Hijo.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000