Evangelio sábado 11 de enero

Sábado 11 de enero de 2020 | Gonzalo Manzano

11 de ENERO del 2020

Evangelio según San Juan, capítulo 3, 22 - 30

Sábado de la Segunda Semana del Tiempo de Navidad

Después de esto, se fue Jesús con sus discípulos al país de Judea; y allí se estaba con ellos y bautizaba. Juan también estaba bautizando en Ainón, cerca de Salim, porque había allí mucha agua, y la gente acudía y se bautizaba. Pues todavía Juan no había sido metido en la cárcel. Se suscitó una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación. Fueron, pues, donde Juan y le dijeron: «Rabbí, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, aquel de quien diste testimonio, mira, está bautizando y todos se van a él.» Juan respondió: «Nadie puede recibir nada si no se le ha dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: ´Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de él. El que tiene a la novia es el novio; pero el amigo del novio, el que asiste y le oye, se alegra mucho con la voz del novio. Esta es, pues, mi alegría, que ha alcanzado su plenitud. Es necesario que él crezca y que yo venga a menos."

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Se alegra mucho con la voz del novio"

Jesús parece decirme: Juan es un caso excepcional. Con cuánta claridad pudo ver, desde su gestación en Isabel, la verdad que el Padre le revelaba. La alegría de la que Juan hablaba es genuina, venida de su corazón, y consciente de su rol en la salvación de la humanidad. Eso es parte importante de la santidad a la que los llamo a todos ustedes, porque quien es capaz de disminuir por el crecimiento de Dios en el corazón de los demás, no sólo está dando su vida por los demás, sino que también está reservando un espacio en el Paraíso para compartir la Vida Eterna conmigo.

Esta actitud de Juan ante la figura de Jesús es algo que aún no logro dominar. En realidad, es sincera mi intención de ver el mundo con los ojos de Juan, y así poder colaborar con lo poco que tengo al plan de Dios. Con esta frase, Juan logra dejar claro cuál es su rol en la Historia: el ser aquel amigo de Jesús, que avanza antes que él sólo para anunciar que viene, preparando la disposición de quienes lo oímos para cuando llegue el novio. Qué lindo le ha tocado jugar en el acercamiento de los hombres y mujeres al Señor.

Señor Jesús, gracias por regalarnos a tu primo Juan, como preparación para recibirte en nuestro mundo. Quisiste que desde su gestación él estuviera consagrado a la tarea de preparar tu camino y abrir los oídos y corazones de todos quienes tuvieran, aunque sea un mínimo afán por encontrarte. Yo también comparto ese afán, porque de verdad quiero encontrarte, y a pesar que me cueste tanto oírte en medio de este mundo sordo, tengo la convicción de ser capaz, con tu ayuda y el ejemplo del Bautista, que puedo acercarme a Ti.

AMÉN

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