Evangelio sábado 13 de julio

13 de JULIO del 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 18, 1 - 4

Fiesta de Santa Teresa de Los Andes, virgen.

En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: "Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos."

Meditación de Gonzalo Manzano González

"El que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos"

Jesús parece decirme: Hasta el cansancio les he dicho que sean como los niños. Y como tales, me refiero a todo lo que son: con sus pataletas, con su inocencia, con ese amor incondicional por sus padres, con esas ganas de conocer, explorar, descubrir la verdad, y llegar a ser como sus padres. También los quiero con sus mañas, sus ignorancias, y su temeridad. Pero sobre todo, los quiero con esa confianza ciega y absolutamente convencida de que sus padres los aman y quieren lo mejor para ellos; y que les dan todo lo que necesiten para ser la mejor versión de ellos mismos.

Se me vienen a la cabeza una infinidad de veces en que he sentido ese mismo amor por Dios, que reconozco en mis hijos para conmigo. Veo con real confianza y fe, que Dios quiere todo lo mejor para mi. Lo veo en mi familia, en mi trabajo, en cómo me enseña a crecer aprendiendo de mis errores. Pero también, me reconozco lejano a esa infancia espiritual, cuando por egocentrismo, soberbia, o faltas de amor incluso inconscientes, dejo de poner a quienes me rodean, antes que a mí. Me falta tanto para ser realmente pequeño como niño.

Señor Jesús, Padre cariñoso, vuelves a mostrarme el camino, a guiarme con suave violencia para acercarme más a ti. Llevas en tus brazos el peso de mis faltas de cariño, y así y todo te detienes para mirarme, hacerme ver mis errores cual padre amoroso, y me indicas cómo crecer en bondad y confianza en ti. Te pido Señor que no me dejes cesar en mis esfuerzos por ser como niño. Tu Madre Santísima nos mostró cómo ser Madre e Hija al mismo tiempo; que ella sea la lámpara que contenga tu luz para no perdernos en este camino.

AMÉN