Evangelio sábado 15 de junio

Sábado 15 de junio de 2019 | Gonzalo Manzano González

15 de JUNIO del 2019

Evangelio según San Mateo, capítulo 5, 33 - 37

Sábado de la Décima Semana del Tiempo de Pascua

Jesús dijo a sus discípulos: Ustedes han oído también que se dijo a los antepasados: No jurarás falsamente, y cumplirás los juramentos hechos al Señor. Pero yo les digo que no juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la Ciudad del gran Rey. No jures tampoco por tu cabeza, porque no puedes convertir en blanco o negro uno solo de tus cabellos. Cuando ustedes digan 'sí', que sea sí, y cuando digan 'no', que sea no. Todo lo que se dice de más, viene del Maligno.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"No juren de ningún modo"

Jesús parece decirme: Si obraran rectamente, no necesitarían jurar. Si dices que me amas, debes ser ejemplo de honestidad para con tus hermanos, por lo que cuando digas algo, las personas deberían creerte siempre, porque no dices ni actúas de manera distinta a lo que piensas y crees. Yo no tuve miedo de defender la Verdad ante cualquier persona, incluso Pilato, que tenía potestad terrena para quitarme la vida. Nada de eso debe quitarles la convicción de ser verdaderos en lo que dicen, porque Yo estoy con ustedes y no requieren nada más.

Quiero pensar que luego de 10 años, he mejorado en mi propósito de hablar siempre con la verdad. Lo hice parte de mi Ideal Personal, quise abrir mi corazón a esa Verdad y exponerla al mundo. Hoy, creo que hasta me molesta la mentira, sea mía o de otras personas. Me alegra que, si bien sé que me queda mucho por crecer, he avanzado algo en esa Verdad, por lo que con humildad, reconozco que debo seguir trabajando, pero que he avanzado. Espero ser digno de ese regalo, porque tengo claro que no soy yo solo el que logra esto, sino que Él me acompaña en este propósito.

Señor Jesús, llevas adelante y con cariño tu cruzada por llenar nuestros corazones con la verdad de tu Evangelio. Me llamas a dar respuesta con mi vida, y a no necesitar invocarte cuando quiero afirmar la Verdad, porque ella debe hablar por sí misma, a través mío. Sé que me exiges que actúe en consecuencia, y que me entregue como niño en tus manos de Padre. Te pido que me llenes el corazón con esta Verdad, y que no me dejes caer en la tentación de faltar a ella, tal como nos enseñaste a orar. Madre querida, Reina de la Creación, cultiva en nosotros el hábito de decir y vivir en la Verdad.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000