Evangelio sábado 16 de mayo

Sábado 16 de mayo de 2020

16 de MAYO del 2020

Evangelio según San Juan 15, 18 - 21.

Sábado de la Quinta Semana de Pascua

Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí. Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia. Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.

Meditación de nuestro equipo.

"Como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia"

Jesús parece decirme: "Los elegí desde antes de su nacimiento. Y ustedes han respondido a esa elección. Su fidelidad los mantiene atados a Mi, todos vinculados a través mío. Esto no significa que no vayan a sufrir pesares, Yo los sufrí en carne propia, por lo que ustedes también los padecerán. El mundo generalmente no quiere oír lo que quiero para él, y por eso no quiere oírlos a ustedes; pero tengan fe, sean humildes y sencillos en mis manos, porque con el Padre y el Espíritu los hemos reservado para nosotros, y depende de ustedes gozar de esa predilección. Los quiero conmigo porque los amo".

Observando el mundo, mi propia vida, la cotidianeidad de mis días, a veces me cuesta ver a Cristo obrando en mi mundo. Pero esta lectura me recuerda que no es Dios interviniendo en mi realidad lo que debiera esperar, sino Él interviniendo en mi corazón para llevarlo siempre conmigo. Eso es lo que debiera ver. Cuando se ponen las cosas cuesta arriba, en el trabajo, la preparación de mi matrimonio, mi aridez espiritual, o simples caídas en tentación, es ahí cuando resuenan las palabras del Padre Fundador: "ha llegado la hora de tu amor". Esa es exactamente la acción de Cristo en mi vida, quien no me abandona.

Señor Jesús, te abrazo como un niño a su Padre, porque reconozco mi pequeñez al momento en que el mundo combate en mi contra y Tú me ofreces tu mano fuerte para sacarme del hoyo. Te alabo y te agradezco por ser mi escudo en la oscuridad, por armarme con la fe y mi Ideal para salir al mundo y plantar la batalla a tu lado. Te ofrezco lo poco que soy y tengo para que el mundo nuevamente pueda levantar la vista y verte en el Gólgota entregando la vida y así regalarnos la Vida Eterna. Madre querida, acompáñame en la oración de mi vida y enséñame la sencillez y dignidad de ser un pequeño gran hijo de Dios.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000