Evangelio sábado 19 de octubre

Sábado 19 de octubre de 2019 | Gonzalo Manzano

Sábado 19 de OCTUBRE

Evangelio según San Lucas , capítulo 12, 8 - 12. ‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬‬

Sábado de la Vigésima Octava Semana el Tiempo Ordinario

Les aseguro que aquel que me reconozca abiertamente delante de los hombres, el Hijo del hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios. Pero el que no me reconozca delante de los hombres, no será reconocido ante los ángeles de Dios. Al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, porque el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir".

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará"

Jesús parece decirme: El Espíritu Santo es mi propio Amor. Es el Amor del Padre conmigo, es nuestro Amor por ustedes. y como en las virtudes filosóficas, mi Amor tiene su antónimo en el Odio. El Odio es propio del Demonio, no de Mi, por lo que el que odie, blasfema contra el Espíritu. El Odio sólo genera más odio, tal como el Amor genera más amor. Parte entonces por no odiar a nadie. Busca el Amor que te tengo en tu vida, y verás que de él sale todo lo bueno que te sucede. Luego, irrádialo a los demás. Todos están necesitados de Amor, porque éste nunca sobra, sino que siempre se puede recibir más de él.

Siempre me ha costado desentrañar el contenido de esta frase. ¿Cómo podría blasfemar contra el Espíritu, de forma que no se me perdonase? Obviamente no tengo intención alguna de hacerlo, pero como parte de mi autoeducación, debo aprender cuándo peco contra el Espíritu. No quiero faltarle el respeto a Dios, y me preocupa si hasta ahora lo he hecho contra Él. Y ahora, veo que el Odio puede ser una blasfemia contra Él. ¡Cuántas veces he guardado rencor, quizás no odio, pero con mi enojo, me acerco peligrosamente a esa falta de Amor! Confío en que Dios me perdonará igual, pero quiero poner todo de mi para estar cerca suyo y amarlo.
¡Señor Jesús! ¡No dejes que mis pecados sean de odio, por favor! Golpea firme a mi puerta para que me de cuenta que estoy a punto de caer. Quiero llenar mi corazón y mi boca de tu Amor, y alejar de mi ese odio que se respira tanto hoy en día. Cuando conduzco, de camino al trabajo, cuando alguien me hace daño en serio o con intención, a mi o a mi familia, en aquellas ocasiones donde tocan mis fibras más sensibles, que mi reacción sea meditada en tu Corazón, para no caer en tentación. Madre querida, me arrimo a tu Santuario para que esta verdad sea ley de mi vida.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000