Evangelio sábado 22 de mayo

Sábado 22 de mayo de 2021 | Gonzalo Manzano

22 de MAYO del 2021

Evangelio según San Juan, capítulo 21, 20 - 25.

Sábado de la Séptima Semana del Tiempo de Pascua

Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: "Señor, ¿quién es el que te va a entregar?". Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: "Señor, ¿y qué será de este?". Jesús le respondió: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme". Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: "El no morirá", sino: "Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?". Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.

Meditación de Gonzalo Manzano González

"Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas"

Jesús parece decirme: Juan escuchó y atesoró cada una de las palabras que él escuchó. Por eso ustedes pueden tener su Evangelio. Su testimonio es verdadero porque Yo quise que llegara a todos los confines de la Tierra, porque el Espíritu Santo habitó en su corazón desde Pentecostés, y así tuvo "línea directa" conmigo para conversar de todo lo que vivimos mientras estuve en cuerpo y alma junto a él. Tú tienes ese mismo mensaje en tus manos, frente a tus ojos, y mi Iglesia se ha encargado de presentártelo ordenado y coordinado. No lo dejes pasar, aprovéchalo, mastícalo, disfrútalo, y encuéntrate conmigo en él.

Hoy, este texto me llama a frecuentarlo más. Si Cristo es mundialmente conocido, ¿cómo es que conocemos tan poco de Él? Su Evangelio está siempre con nosotros, en internet, en las múltiples versiones que hay de él, y así y todo no conocemos bien qué hay en su corazón. Claro, Él es Dios, y pretender conocerlo "a cabalidad" es imposible, pero creo que también soy perezoso en frecuentar los medios que Él mismo nos dio. Medito estos evangelios y muchas veces me quedo sólo en eso. Debiera aprovechar sus palabras, y el mensaje que se revela a cada uno de mis hermanos en sus meditaciones. No quiero dejarlos pasar en vano.

Señor Jesús, eres tan atento a mis necesidades, que hoy me llamas a conocerte aún más, y a dejarme de excusas para no abrir mi corazón a tu mensaje. Hoy más que nunca necesito de tu guía y apoyo. Sé que tú siempre estarás ahí, pero soy yo quien se deja estar y se farrea las constantes oportunidades que me das, semana a semana, de estar contigo en esta meditación y en las de mis hermanos. Te ofrezco retomar mi hábito de encontrarnos en tu Evangelio, en la meditación de éste. Quiero volver a abrirte mi corazón para que habites y guíes mi caminar.

AMÉN

Comentarios
Nombre:   Procedencia:
Comentario:
Código de seguridad:   captcha
Caracteres restantes: 1000